Pues así pienso, queridos voluntarios y profesionales de las ONGs, os considero grandes líderes pues tenéis una enorme capacidad de influenciar positivamente en muchas personas necesitadas que buscan ser tratadas como lo que son, personas, y no como muchos les ven, discapacitados. Con estas letras quiero daros mi enhorabuena, y las gracias por existir, por ser como sois y hacer lo que hacéis los 365 días del año y las 24 horas.

En los últimos tres años he conocido muchos profesionales que se dedican en cuerpo y alma al servicio de los menos favorecidos y los considero grandes líderes. Las personas que desarrolláis vuestra labor profesional en los entornos y colectivos «menos favorecidos» (la palabra ONG se ha distorsionado y creo no acaba de representar vuestra enorme labor), sois profesionales que contáis con habilidades y competencias que para sí muchos de los que trabajamos en lo que podríamos llamar empresa «normales», quisiéramos. Vosotros contáis con algo que a otros nos cuesta más encontrar... para mí, el valor que tengo como profesional, está directamente ligado a cómo y a quien puedo ayudar dentro de mi organización, algo que para vosotros es un básico que lleváis marcado en el corazón.

Y qué decir de la gran cantidad de voluntarios que día a día entregan su mejor hacer a los menos favorecidos. «Voluntarios», es una palabra que muchos identifican a una cierta sensación de tener que «irse lejos» para ayudar al mundo. Sin embargo, a día de hoy la miseria y el desastre están en la puerta de enfrente, en el piso de arriba o en nuestro propio portal. Hoy, ayudar está delante de nosotros. Podemos esquivar la mirada, es válido, pero si no damos lo bueno que tenemos acabaremos siendo parte del mal. Para mi ser voluntario implica: «ser mejor persona, ofreciendo tu mejor hacer a los más desfavorecidos».

Vosotros, siendo voluntarios adquirís, un compromiso y cumplís con un objetivo enorme, que es desarrollar actividades que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los diferentes grupos de personas con los que interactuáis. Vuestro trabajo voluntario es, además de una buena acción, una inversión redituable, pues os permite obtener mayor experiencia en vuestra vida social y profesional, logrando un nuevo sentido para vuestras vidas.

Sin lugar a duda, vuestra dedicación dice mucho de vosotros, de vuestra calidad humana. Marca la diferencia dentro de vuestro núcleo de relaciones humanas, entre vuestros amigos. Sois capaces de comprometeros con los demás, tenéis la gran ambición de crear un mundo mejor, más solidario. Hacéis mucho bien a vuestro alrededor, dais, pero también recibís, aprendéis, entabláis nuevas relaciones más humanas, en definitiva os enriquecéis como persona al crecer en valores.

Desde hace tres años participo en actividades de voluntariado, conozco muchos voluntarios, y todos sin excepción, afirman (afirmamos) que al ayudar a los demás recibimos mucho más de lo que damos. ¿Por qué será?:

1 Refuerza o crea un lazo con la comunidad en la que está realizando el voluntariado. Permiten comprender mejor la realidad de quienes viven o los problemas que existen en ese lugar, ya que quizás de otra forma no las vemos o ni siquiera imaginamos que exista esta realidad.

2 Permite desarrollar la sensibilidad social y colaborar en sacar las mejores actitudes de las personas.

3 Mejora la autoestima y perspectiva de la propia vida del voluntario, debido a que el contacto directo con personas diferentes a él, les permite apreciar y valorar su situación laboral, familiar, económica, física, cultural, ambiental, etcétera. Se deja de lado la individualidad y el egoísmo tan frecuente para ser más humanos y generosos.

4 Disminuye los sentimientos negativos. Las emociones negativas como la ira, la agresividad o la hostilidad tienen un impacto negativo sobre el bienestar mental y físico. Participar en todo tipo de actos de generosidad donde se estimula el altruismo puede ayudar a disminuir estos sentimientos y estabilizar la salud global.

5 Protagonista y agente de cambio social, el voluntario colabora en mejorar la vida en el mundo, tanto por ayudar a personas, familias como a proteger o cuidar el medio ambiente.

Por tanto podemos concluir que el voluntariado es un claro intercambio de beneficios y por ello, el concepto de «altruismo» que se viene asociando a esta labor social, desaparecería. Considero que todavía hay mucho camino que recorrer entorno al mundo de voluntariado pero eso es otra historia en la que vengo trabajando y algún día compartiré?