Recientemente he leído varios artículos relacionados con la proliferación en la ciudad, en los últimos años, de una serie de empresas de base tecnológica, con un marcado carácter innovador, que se han querido aglutinar caracterizándolo como el Silicon Valley español.

No es mi intención minusvalorar este hecho, especialmente el mérito que, en buena parte, tiene la UMH gracias a acciones como el Maratón de Creación de Empresas, o la Fundación Quorum. Pero, bajo mi punto de vista, este movimiento empresarial no será el que aporte grandes niveles de riqueza y empleos futuros a nuestra ciudad.

Está muy bien que tratemos de diversificar el tejido productivo en Elche, pero quiero evidenciar que nos estamos equivocando cuando no ponemos el centro de atención en el sector del calzado. Sí señores, este sector que tanto se critica, al que nadie hace referencia cuando se habla del futuro, que se considera maduro... puede y debe ser el foco de innovación en nuestra ciudad. Evidentemente, el sector del calzado no tiene el «caché publicitario« que sí tiene el de la Aeronáutica o el Biotecnológico, pero ofrece todavía mucho potencial de innovación.

Para encontrar argumentos al respecto, no hay más que desplazarse a la cercana ciudad de Alcoy, cuna de la revolución industrial española, donde el sector textil fue predominante.

Es cierto que este sector ha sufrido una grave crisis en el siglo XX, pero también es cierto que el nivel de innovación es muy importante en Alcoy y su comarca, donde las empresas se han redirigido hacia la fabricación de textiles técnicos, a través de la incorporación de nuevas tecnologías.

Esto mismo se puede trasladar perfectamente al sector del calzado, desde la investigación en la aplicación de nuevos materiales en el zapato que aporten mayores funcionalidades (impermeabilidad, aislante térmico, durabilidad, flexibilidad,?), a nuevos sistemas de fabricación aumentando el grado de automatización del sector, que es muy reducido (siguen existiendo procesos en la elaboración del calzado que se realizan como hace cien años), y a la incorporación de la tecnología de impresión en 3D para el modelaje o incluso para la personalización en la fabricación. Y, efectivamente, somos conocedores de que este tipo de innovación existe en el calzado, pero localizado en otros países, como Italia, o en otras zonas de España como La Rioja.

¿Qué pasa entonces con las empresas ilicitanas del sector, líderes en ventas y con marcas de reconocido prestigio a nivel mundial, pero que no destacan por su vertiente innovadora? Pues, simplemente, que los empresarios se han centrado en el diseño, aspecto fundamental, pero no único.

Además, los organismos que pueden ayudar al sector a innovar, y que en otros ámbitos industriales juegan un papel principal, en el calzado no han estado a la altura de las circunstancias. Desde INESCOOP, que pese a ser un instituto tecnológico tiene una influencia mínima, con muy pocos proyectos de innovación, aunque dispone de un equipo técnico y humano muy preparado, pasando por la Universidad Miguel Hernández (UMH), que no presta atención investigadora y formativa al sector. De hecho, no existe ninguna titulación en la UMH que esté relacionada directamente con el sector del calzado. Y todavía llama más la atención que los principales actores, es decir, los empresarios, se centren en el diseño y en competir con los precios, sobre todo aquellos que no consiguen crear marca, y se olviden de la innovación como fuente de diferenciación.

¿Cómo se puede modificar este rumbo y convertir Elche en uno de los centros de la innovación del calzado a nivel mundial?

Desde la UMH se deben impulsar titulaciones relacionadas con el calzado y promover equipos de investigación en esta área. INESCOOP debe acercarse más a la empresa, sería muy interesante que ubicase una oficina en el parque industrial de Torrellano. Las asociaciones empresariales del sector también deben ampliar la concienciación de sus asociados sobre los temas innovadores, con más formación, conferencias, foros, acuerdos con instituciones investigadoras?. El Ayuntamiento de Elche también puede colaborar con la constitución de una Concejalía de Industria que busque el desarrollo industrial en la ciudad, centrándose en el calzado. Por último, no se debe olvidar que se encuentra en Elche una de las delegaciones de la Escuela de Organización Industrial, una de las entidades formativas con mayor prestigio dentro del ámbito industrial, que ya está realizando actividades formativas en el sector del calzado, pero sólo desde la vertiente del diseño, y que puede aportar mucho más desde el punto de vista formativo. Creo en la innovación como base para el crecimiento y la generación de riqueza, creo en el sector zapatero y creo que las empresas ilicitanas tienen talento y recursos para liderar la innovación en el sector del calzado a nivel mundial. Pongámonos en marcha.