La veda en Alicante contra Raúl Mérida está abierta y lo que hay detrás de la cruzada de desprestigio contra la fundación que gestiona el Arca de Noé no parece más que el interés de Guanyar de dar poder y gestión a colectivos que le apoyaron en las elecciones municipales para llegar al gobierno local. Legítimo, por supuesto, pero para ello no hay que esconderse argumentando irregularidades que no han sido probadas y que informes de la Generalitat y la Guardia Civil se encargan de desmontar. En el fondo, todo es una lucha de poder político. La perrera comarcal está en suelo de la Generalitat cedido a Mérida, no al Ayuntamiento de Alicante, por lo que Guanyar no le puede retirar la gestión para ofrecerla a los colectivos animalistas como desearía. El Arca de Noé está en suelo municipal cedido a la fundación de Mérida por el Ayuntamiento. Se cierra el Arca de Noé aprovechando que hay que renovar el contrato ahora, trasladan la perrera al suelo municipal y así la Concejalía de Protección Animal (Guanyar), puede adjudicar la gestión a los colectivos animalistas. Ignoro si en el Arca de Noé hay irregularidades -hasta ahora quienes acusan no las han demostrado y Consell y Seprona las descartan-, pero, si las hay, la concejal de Protección Animal, Marisol Moreno, es responsable, ya que está año y medio gobernando y no ha dicho ni mu, hasta ahora.
