Me comenta una amiga su fascinación por las novelas de espías, que narran con grandes dosis de acción y suspense esas actividades relacionadas con la obtención secreta de datos o información por parte de individuos que, de manera oculta, trabajan para algún servicio secreto. Y me habla de James Bond, la gran creación del británico Ian Fleming, y de las novelas del norteamericano Robert Ludlum, protagonizadas por su personaje más famoso que es el agente del servicio secreto estadounidense Jason Bourne. Y de otros clásicos de la narrativa de espías como John Le Carré y sus relatos de espionaje ambientados en la Guerra Fría. Y de Ken Follet y su Isla de las tormentas, y de Tom Clancy y su Caza del Octubre Rojo, mientras nos dirigimos al cine a ver a dos estrellas consolidadas a nivel mundial como son Brad Pitt y Marion Cotillard, en la película de reciente estreno titulada Aliados, que es un drama bélico de espionaje ambientado en la II Guerra Mundial, dirigido por un realizador como Robert Zemeckis, autor de títulos tan inolvidables como Regreso al futuro o Forrest Gump, y que en esta oportunidad rueda lo que me parece, al terminar la proyección, un buen drama romántico de aventura, con elementos de intriga y de suspense, con sorpresas e imprevisibles giros de guión y con una interpretación sólida y convincente de sus protagonistas.

Y salimos del cine, y comento con mi amiga, que me parece muy apropiado tener interés y pasión por algún tema concreto como puede ser, desde luego, el de los espías. Y en este sentido es genial buscar tiempo para dedicarlo a nuestras aficiones, pues ello incrementa nuestra calidad de vida y nos da motivación y acicates, permitiéndonos desarrollar habilidades y ayudándonos a disfrutar de nuestros momentos íntimos, y mi amiga me mira y me dice, fíjate, Marisa, que tienes razón y que me encantaría que te aficionaras tú también a las novelas y a las películas de espías, y que no puedes dejar de revisar Casablanca, con Humprey Bogart e Ingrid Bergman, con un excelente guión y diálogos, o El hombre que sabía demasiado, de Hitchock, en la que un padre de familia se ve envuelto en una trama de espionaje internacional, o La vida de los otros, también centrada en la guerra fría, o Desde Rusia con amor, y las demás películas de James Bond y, claro, sonrío y digo a mi amiga que me propongo intentar hacer todo lo que me sugiere, y que yo le planteo seguir disfrutando de su amistad y compañía, y ahora mismo, y de momento, descansar y relajarnos un poco con un buen café.