Fernando Chápuli Ausó nació en Alicante en 1887, siendo el que hacia el número ocho de un total de once hermanos. (4 chicas y 7 chicos). En su familia tanto paterna como materna e incluso política se hallan ilustres personajes que forman parte de la historia de nuestra ciudad, contribuyendo desde sus diferentes profesiones al desarrollo de Alicante, al bienestar y progreso de sus habitantes. Varios, de ellos, cuentan ya con calles alicantinas y distinciones honoríficas municipales.

Podemos citar a las siete generaciones de canteros, maestros de obras y arquitectos, cuyo trabajo se reflejó en edificios tan simbólicos como fue el Ayuntamiento de Alicante, La Fábrica de Tabacos, la Plaza de Toros, la nueva cárcel de Benalua (hoy juzgados), su intervención en muchas iglesias parroquiales y en multitud de obras particulares, ejecutadas no solo en nuestra ciudad sino en toda la provincia y en otras poblaciones. De ellos, dos fueron arquitectos municipales de Alicante y uno lo fue de Palma de Mallorca. La medicina, la abogacía y el periodismo, fueron otra de las profesiones que de forma mayoritaria ejercieron sus antecesores y colaterales.

Su padre José ChápuliGuardiola fue profesor de Dibujo del Instituto de 2ª Enseñanza y posteriormente funcionario de Obras Públicas. Su libro "Cuaderno Caligráfico" fue premiado en la exposición de Barcelona de 1888 con la medalla de plata y convertido por el Ministerio de Educación en texto educativo para todo el territorio nacional. Su madre Teresa Ausó Arenas era hija de Manuel Ausó Monzó, destacado médico y también catedrático del Instituto.

Empadronado en la calle Castaños 32, vivió toda su infancia y juventud en la ciudad. Estudió en el Instituto Jorge Juan de Alicante, decidiendo ingresar en la Academia militar. Ni sus estudios ni el ejercicio de su profesión le alejó nunca de Alicante, prefiriendo destinos en lugares próximos que le permitieran visitarla con mucha frecuencia durante sus licencias y permisos. Su mujer Delfina Pérez Dagnino, con la que se casó en 1909, era hija del destacado médico Pascual Pérez Martínez y nieta de Juan Dagnino Leonor propietario de la Fonda del Vapor (antiguo Hotel Palas que arrendó a los Condes de Soto Ameno).

Una intachable carrera jalonada de éxitos y felicitaciones

En 1901 realiza la prueba de ingreso con brillantísimas notas en la Academia militar de Toledo. En 1903 es nombrado por Real Orden del Ministerio de la Guerra alumno de Infantería. Como tal permaneció allí formándose hasta 1906, obteniendo en esa fecha el grado de 2º Teniente y asignándole como primer destino al regimiento de Otumba nº 49 de Castellón, pero pronto será trasladado al regimiento de la Princesa nº 4 de Alicante. En 1909 se le concede el grado de 1º Teniente.

En ese mismo año ingresará en el Instituto de la Guardia Civil y en septiembre es destinado a la 7ª Compañía de la Comandancia de Albacete, a la Línea de Villarobledo hasta finales de Enero 2011, cuando es trasladado a la Comandancia de Alicante, donde permanecerá hasta 1918, haciéndose cargo de la Línea de Monovar.

Estando en esta línea, se le llamará para formar parte del servicio de concentración en Alicante con motivo de la presencia y viaje del rey en 1911 y en 1912. Su actuación en los problemas de alteración pública, surgidos durante estos años, siempre le valieron el agradecimiento de los mandos que expresamente manifestaron su felicitación por su celo y competencia demostrados en su resolución, especialmente cuando éstos afectaban a la grave normalización de la vida nacional garantizando los servicios públicos de correos y telégrafos o el tráfico ferroviario, y así quedará expresado mediantes Reales Ordenes que alabarán su proceder. Destacable será también su actuación en Sax, cuando se enfrentó con los caciques que negaban la presencia de la prensa en una de las sesiones públicas donde se les había vetado.

Cuando se inauguró el Nuevo Cuartel de la Guardia Civil de Monovar el día 26 de abril de 1914, Fernando Chápuli, como Jefe de Línea pronunció un discurso con las siguientes palabras: "€ (el amor a la patria) afección noble y sublime, engendra la más bellas acciones e inclina y provoca al heroísmo€Mirad siempre a la Guardia Civil, como vuestra salvaguardia, que sea como dice nuestro reglamento, un pronóstico feliz para el afligido, infundiendo la confianza de que a su presentación, el que se crea cercado de asesinos se vea libre de ellos, el que tenga su casa presa de las llamas considere el incendio apagado, el que vea a su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo vea salvado." Así debieron sentir la presencia de la Benemérita los monoveros y especialmente la de su teniente Fernando Chápuli, cuando conociendo la noticia de la orden de su traslado a la Línea de Pego, expresaronsu disconformidad, exigiendo que dicha orden fuera revocada. Así lo recogió el periódico El Diario de Alicante el 8-1-1815 "Grande es el disgusto que este traslado ha causado en esta ciudad y ningún esfuerzo hemos de hacer para denostarlo, pues el Sr. Chápuli es hijo de Alicante y ahí mejor que en ésta, son conocidas sus bellas cualidades como amigo y como militar. Durante su estancia ha sido garantía de orden y amigable componedor en cuantos conflictos ha terciado, acompañándole el éxito en todas sus gestiones. Sabemos que personas de alta significación social han interpuesto su influencia acerca de los altos poderes, para que dicho traslado quede sin efecto. Ojala lo consigan y nos reintegren a tan distinguido militar y cumplido caballero".

Cuando en julio de 1918 se le ascendió a capitán por edad, ya que por méritos le hubiera correspondido anteriormente, y tras un destino inicial en Burgos, le trasladan a la 15ª Comandancia de Murcia donde forma parte de la Plana Mayor. En 1930 es destinado a Palencia, Castellón y de nuevo a la Plana Mayor de la Comandancia de Murcia.

En 1935 se produce su ascenso como Teniente Coronel y es destinado como 1er Jefe a la Comandancia de Albacete. Allí vivió los momentos más dolorosos y difíciles de su vida y allí fue también donde la perdió.

Condecorado con muchas distinciones y medallas

1912 Medalla de Plata de la Cruz Roja Española

1912 Medalla de plata Puente Sampayo

1912 Medalla de Plata Villa de Brihuega y Villaviciosa

1912 Medalla de Plata de Astorga

1913 Medalla de Plata Cortés de Cádiz

1913 Medalla de Plata Ciudad Rodrigo

1913 Medalla de Oro de la Cruz Roja Española

1925 Medalla del Homenaje

1928 Cruz de la Real Orden de San Hermenegildo (una de las más prestigiosas, que se otorgan por la constancia e intachable conducta en el servicio)

1929 Medalla de Plata Alfonso XIII

Comprometido con la Institución de la Guardia Civil y con sus miembros.

Defendiendo siempre lo que creyó justo, sobre todo cuando hacía referencia a la Institución, intervino en la defensa de algunos de sus miembros. Especialmente penosos fueron para él los sucesos ocurridos en los pueblos albaceteños de Bonete y Yeste en 1936. No era la primera vez que la ocupación ilegal de fincas había provocado un cruel enfrentamiento entre los jornaleros del campo y el cuerpo de la Benemérita) encargados del orden en el ámbito rural (Castilblanco 1931). Las promesas agrarias incumplidas y algunos planes de regadío fracasados de los distintos gobiernos republicanos exacerbaron los ánimos de este grupo social, que arengados por los discursos incendiarios de algunos dirigentes políticos, apostaron por la apropiación ilícita de la tierra y sus productos.

Cuando tuvo lugar el acontecimiento de Yeste (ataque de 2.000 o 3.000 vecinosa un grupo de 15 miembros de la Guardia Civil que llevaba preso a un jornalero por la ocupación y tala ilegal de una finca, con el resultado de 17 vecinos y 1 guardia civil muertos), Fernando Chápuli se hallaba disfrutando de unos días de baja. Lejos de evadirse del conflicto que estos hechos produjeron, al ser la actuación de la Benemérita discutida, anticipó voluntariamente su regreso, revisó y estudio lo acontecido, visitó la población y expuso su opinión en un amplio informe que dirigió al Ministro de la Gobernación, conociendo a ciencia cierta el precio que su "no mutismo "podría ocasionarle. Su mujer comentaba a sus familiares estos malos momentos: "nos quedamos con un disgusto enorme€conociéndolo como lo conocéis y sabiendo su carácter siempre optimista ahora no lo estဠSi por desgracia se consigue el propósito (de procesar a algunos de los guardias) no seré yo la que le diga a Fernando que no se oponga a tal injusticia, estoy dispuesta a todos los sacrificios que las circunstancias nos impongan, ante todo es la conciencia y defender la verdad".

Liberal y respetuoso en las ideas

No manifestó nunca un interés especial por la política, ni tampoco por una ideología concreta. Los acontecimientos le fueron marcando el camino. En su ambiente familiar más directo (abuelos, padres, tíos, primos y hermanos) convivió con total cordialidad con ideologías diversas como la masonería, la filosofía espiritista, las políticas republicanas, moderadas y socialistas. Con la fracción de la guerra civil algunos de estos miembros, fueron exiliados y sometidos a procesos judiciales.

Sus últimos días ¿Suicidio o Asesinato?

Cuando parte del ejército se sublevó contra el gobierno de 1936 y todos los militares españoles tuvieron que decidir por cuál de los dos bandos, en que había quedado dividido el pueblo español, debían de optar (puesto que la neutralidad no era admitida), Fernando Chápuli se encontraba fuera haciendo una inspección por la provincia de Albacete, por lo que fue el comandante Molina Galano quien manifestó su apoyo a los sublevados, que fue confirmado, telefónicamente, con posterioridad por Fernando Chápuli, directamente, al general republicano Pozas de la Guardia Civil.

Mientras él permaneció en el cuartel en Albacete, solo se encontraban en la ciudad dos miembros de su familia, su hijo Fernando (licenciado en derecho a los 19 años con premio extraordinario de carrera y fiscal a los 21), que fue encarcelado y brutalmente apaleado y su mujer. Ninguna de las provincias limítrofes se le unió por lo que en los siguientes días la ciudad fue rodeada por fuerzas gubernamentales y tras un bombardeo aéreo, el tercero sucumbió.

Gracias a la intervención de su suegro Pascual Pérez Martínez, mi bisabuelo del que he tenido el honor de recoger su título como Hijo Predilecto de Alicante hace muy poco tiempo, que se presentó en Albacete, donde reinaba el desenfreno de la venganza tras la toma de la ciudad, con un salvoconducto que le había sido otorgado por la autoridades gubernamentales y en su propio coche, pudo excarcelar a su nieto Fernando, evitándole lo que hubiera sido, sin duda, una muerte segura y recoger a su hija Delfina, llevándoles a ambos a Alicante. Las escenas vividas y presenciadas provocaron una profunda reflexión en el pensamiento de este médico que había demostrado en muchas ocasiones su simpatía por las ideas republicanas y de izquierdas.

La noticia de la prensa que manifestaba que el suicidio del Teniente Coronel Chápuli había sido el fin de la toma de Albacete, fue puesta en duda por la opinión del médico forense, que junto con un notario, acompañó a su viuda y a su hija menor en la exhumación del cadáver, el cual fue sacado de una fosa común, traído a Alicante y enterrado en el cementerio de la ciudad en 1939. Este facultativo indicó a la familia que el orificio de bala que presentaba el cadáver en su cabeza parecía haber entrado por la parte posterior. Ningún miembro de la familia quiso clarificar ese tema, ya que en aquellos momentos solo querían terminar con el durísimo trance de recuperar los restos de su ser querido y depositarlos en su ciudad natal. La teoría de un asesinato no resulta para nada descabellada y el sabotaje de la artillería que sufrió el día 24 de julio en su propio bando, justo un día antes de morir, da credibilidad a la misma.

No quiero dejar en el olvido el triste final de los que fueron hechos prisioneros en el cuartel de Albacete, amigos y compañeros de Fernando Chápuli Auso, conducidos a Cartagena en el buque prisión "Rio SIL", donde también se encontraba el barco prisión "España nº 3". Estando los barcos anclados en el puerto fueron asaltados el 14 de agosto y 10 de los prisioneros, todos ellos pertenecientes a la escala de mandos, fueron desembarcados y fusilados. Posteriormente para evitar nuevas agresiones se les dio la orden de alzarse a la mar, sin embargo tampoco esto evitó nuevos linchamientos, pues fue la propia tripulación quien ejecuto a 52 prisioneros del Sil y 152 del España, siendo arrojados al mar con pesos en los pies, para provocar su hundimiento, lo que según ciertas fuentes, se hizo estando vivos.

¿Qué fue lo que hizo que un hombre culto, moderado, vocacional, con un gran espíritu de servicio, admirado y querido en su trabajo, respetuoso con las ideas de los demás, amante de la libertad, optara por rebelarse contra un gobierno, negarse a acatar sus órdenes e inclinarse al bando de los militares sublevados, como muchos tantos hicieron?

No cabe duda que el caos generalizado, que se vivió desde mayo de 1931 con multitud de asesinatos y desordenes de todo tipo, y la provocación y extremismo de los que anhelaban la democracia solo como medio para instalar la anarquía o un régimen totalitario de corte soviético, junto a la aparición de nuevos extremismos de corte contrario, generó una honda preocupación convirtiéndose en caldo de cultivo para el inicio de una polarización inevitable. Las sublevaciones (de Cataluña en 1931, General Sanjurjo 1932, de Cataluña en 1934, de Asturias en ese mismo año), e incluso la guerra que anunciaba Largo Caballero si perdían en las urnas, fueron una amenaza constante a la convivencia y a la propia República.

Pero dos hechos principales desencadenaron la rotura definitiva de la paz y el nacimiento de las dos Españas de Machado. El primero fueron las irregularidades cometidas en las elecciones del 16-2-1936, donde consiguió el triunfo La Coalición del Frente Popular, según señaló de forma tajante D. Niceto Alcalá Zamora, Presidente de la Republica, afirmando, en sus memorias, que el poder fue obtenido por medio de tres golpes de estado "los que se dieron en las urnas, en la calle y en el parlamento". El segundo, el asesinato del parlamentario D. José Calvo Sotelo, según todos los datos existentes, realizado por miembros de "La Motorizada" acompañada de guardias de asalto en la madrugada del 13-7-1936, una muerte que se atribuyó, por muchos, directamente al gobierno, y que éste ocultó y encubrió, además de dificultar la instrucción de su sumario, que finalmente fue robado por un grupo de milicianos. Con ello se institucionalizó la inseguridad total de los ciudadanos donde podían ser impunemente asesinados bajo el amparo del estado. El gobierno perdió su legitimidad a ojos de muchos.

Así, seguramente, lo creyó Fernando Chápuli, que se vio en la necesidad de optar por un bando con la esperanza de colaborar con su actitud a la legalidad, al orden y a la cordura. Su generosidad sin límites le llevó a exponer lo más valioso que tenía, su propia vida y la de su familia. No vivió el desarrollo de la guerra ni tampoco la dictadura. Los artículos que el cronista oficial alicantino Enrique Cerdán Tato, dedicó a la figura de Fernando Chápuli, con su consabido rigor histórico, patentizaban la complejidad del momento, terminando con frases como esta ¡Qué crueles vientos soplaron para todos!

No tengo duda alguna que mi abuelo entrego su vida por lo que creyó mejor para España, como lo hicieron muchos otros con independencia del bando donde se situaran y eso, para todos, merece, sin ninguna duda, tenerlos presentes con un profundo respeto.

El único que se levantó de su asiento en el Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981 a defender la democracia fue un militar sublevado en 1936 y que hoy tiene una calle en Madrid a propuesta de un gobierno socialista.

Hoy, La ley de la Memoria Histórica, que el legislador señala concebida comoun instrumento de concordia y entendimiento entre los españoles, ha sido utilizada justo para lo contrario, desde un rencor fuera de lugar, pretendiendo dar vuelta a la historia y crear una nueva versión donde se tacha a la denominada España franquista como un puñado de enaltecidos, usurpadores de un legítimo poder, que solo merecen el olvido y el desprecio. Pero además se ensalza a los de la otra España poniéndolos como defensores de la justicia, de la libertad y de los derechos humanos. Nada más lejos de la realidad. Como ha dicho recientemente el escritor Pérez Reverte, ni unos fueron tan malos ni otros tan buenos y viceversa.

Con este motivo nos hallamos, en este momento, medio siglo después, ante el triste espectáculo de la supresión de "determinadas calles" que según el gobierno municipal deben ser eliminadas por aplicación de la Ley de memoria histórica, Interpretando y aplicando la citada ley de forma contraria a su propio espíritu y contenido, lo que han dejado patente los textos de diferentes e ilustres juristas en la prensa local. Y haciéndolo a través de la Junta de Gobierno Local y no en el Pleno para asegurar una mayoría numérica que no jurídica, ni moral.

La actuación se completa con la propuesta de nuevos nombres para las citadas calles, muchos de ellos de personas de radicalidad extrema, contemporáneos de la guerra civil y autores de las frases más violentas del periodo e incitadores del caos y la anarquía. Nada demócratas como es fácil colegir. No sé si responderá a una escenificación de eso, que ahora se oye, de acabar con el régimen del 78.

Quienes desde la ignorancia o la malicia, a cual cosa peor, insultan con los atributos de indignidad y asesinos a los demás, faltando al respeto a quienes ya no están entre nosotros, exaltando, otra vez, la confrontación, en lugar de la reconciliación y resucitando heridas que una inmensa mayoría de españoles decidimos cerrar, nos lleva a la tristeza de constatar que el extraordinario gesto de generosidad practicado por todos aquellos que entendieron la Constitución de 1978 como la gran oportunidad de perdonar y comenzar de nuevo, desde la democracia, la convivencia y la libertad, ha sido burlado, dejando patente, incluso, que para algunos su aceptación solo fue una gran mentira. Sin embargo ese régimen constitucional del 78, basado en la Transición democrática, ha dado y sigue dando a España el periodo más largo de prosperidad, convivencia y libertad de su historia.