Llegada la fecha señalada del 50 aniversario de La 2, de todas las espinitas clavadas sobre las que podríamos hablar, hay una que destaca y debemos volver a denunciar: La 2 ha cruzado el Rubicón de sus primeros 50 años sin que sus emisiones hayan alcanzado la Alta Definición. Porque hay que decirlo claro y rotundo: la señal de La 2 ha quedado obsoleta, desfasada, varios peldaños por debajo de lo que merecería una cadena que si por algo se caracteriza es por haber estado siempre a la vanguardia de los contenidos.
¿Cómo es posible que La 2 sea la ventana por la que llega todo el cine español reciente, por el que TVE paga suculentas cantidades en concepto de derechos de emisión, para que después todas estas producciones ni siquiera puedan ser vistas en HD? ¿Qué sentido tiene que La 2 acoja en su parrilla los formatos más cuidados, como Imprescindibles, como La mitad invisible, como Página 2 o como Días de cine, de factura impecable, pero que solamente pueden ver en Alta Definición sus hacedores? Naturalmente que los equipos de cada programa, de cada producción, visionan el resultado de su trabajo en HD y en condiciones óptimas. ¿Pero alguien se acuerda de nosotros, de los fieles espectadores, que sufrimos los rigores de anacronismos cuando sintonizamos con nuestros programas de cabecera?
Ay, qué mal se han visto series como Wallander. Y que requetemal ha comenzado a verse Vera. ¿Hay derecho a semejante tropelía a punto de entrar en 2017, cuando TVE está grabando en 4K? Con motivo de los Juegos Olímpicos de Río, incluso los espectadores menos avezados se dieron cuenta de este disparate cuando, habituados a seguir la señal en Teledeporte y La 1 en HD, se veían obligados a sintonizar una transmisión por La 2. ¿Hasta cuándo?
