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Mariola Sabuco

Se admiten apuestas

Entre los términos municipales de Alicante y Elche discurre una canalización como triste prueba de la sinrazón con la que con dinero público se acometen algunas actuaciones. Nueve años atrás, los dos municipios y la Generalitat (gobernada entonces por el PP), se pusieron de acuerdo para que desde la depuradora alicantina de Rincón de León llegara agua para el riego a Elche. Se invirtieron ocho millones de euros para construir la tubería, se difundieron a bombo y platillo las obras y se hizo la ola al Consell por su moderno planteamiento para combatir la sequía en la provincia. Pero les faltó liquidez para instalar un sistema novedoso entonces e imprescindible para poder garantizar que el agua fuera apta para el riego. De resultas de esto, Elche no llegó jamás a regar con una gota de agua depurada de Alicante porque la tubería no ha funcionado, pero eso no se ha sabido hasta nueve años después. Un enterramiento de dinero como éste merecería de una depuración de responsabilidades en toda regla, y con dureza, para que no vuelva a producirse despropósito semejante. ¿Creen que se hará? Se admiten apuestas.

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