Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Antonio Sempere

En pocas palabras

Antonio Sempere

El hombre de moda

José Manuel Carcasés es el hombre de moda. La presentación de su primera novela, Nunca volveré cuando me haya ido consiguió lo imposible con un escritor novel. Llenar el aforo del Club INFORMACIÓN en una tarde de sábado y reunir una cola de un centenar de lectores deseosos de lograr la firma del autor. Todo fue especial esa tarde del primer sábado con el horario de invierno. Las notas de jazz, exquisitas. Los piropos del anfitrión de la velada, Toni Cabot, preñados de esa complicidad que solamente otorga una niñez compartida. Las aportaciones del público, rebosantes de cariño.

Yo llegué a Carcasés mucho más tarde que sus paisanos de Aigües. Lo hice a través de la responsable de Comunicación de los Cursos de Verano de la Complutense en San Lorenzo de El Escorial, que me lo presentó a sabiendas de que íbamos a entendernos muy bien. Para los asistentes a la presentación del sábado, Carcasés era un alicantino que al cumplir la mayoría de edad emigró a Madrid para quedarse. Para mí se trataba de uno de los direc-

tores de cursos sobre Literatura asiduos al verano escurialense del que un buen día descubrí sus orígenes alicantinos.

Como nadie está de acuerdo con lo que tiene, y todos añoramos lo que dejamos, José Manuel y yo mantenemos puntos de vista encontrados acerca de la añoranza (o no) con la terreta. Ya se sabe, echar de menos o echar de más, esa es la cuestión.

Cómo comprendo a José Manuel Carcasés. Cómo nos parecemos. En lo mucho que le damos vueltas a la cabeza. En esa continua contradicción en la que habitamos casi permanentemente. En ese ejercicio de equilibrismo que supone ejercer de solitarios solidarios, tan a gusto en nuestra isla como necesitados y felices en compañía de nuestros amigos, nuestro mejor patrimonio.

Tanta era la voracidad de José Manuel a la hora de escribir, de contarlo todo en su primera ficción, que no me extraña que su primera novela contuviese dos títulos en uno. Porque Nunca volveré ya sería rotundo. Al final, siempre el viaje. El eterno retorno. La ida y el regreso. La infancia y la vejez.

Habrán observado que hasta esta línea me he dirigido al autor con su nombre y apellido. Permítaseme, a partir de hoy, aludir a él como lo hacen sus amigos: a mí también me enorgullece serlo de Josete.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats