Sacar adelante el Corredor Mediterráneo, la infraestructura ferroviaria declarada por la UE como uno de los nueve ejes que ?vertebrarán ?a Europa en un futuro inmediato, depende de muchas decisiones y pocas o ninguna se toman actualmente en las regiones que orillan el Mediterráneo, entre las que tampoco hasta ahora ha existido una política de defensa conjunta de este proyecto. ?Lo demuestra la ausencia? inexplicable? de plan estratégico por parte de?l Ministerio de Fomento?, como ya denunció la Generalitat, o la desviación por parte de Madrid de inversiones europeas hacia zonas centrales del país. De momento, solo podemos decir que las acciones inmediatas del Gobierno Rajoy ni se basan en la rentabilidad ni en el peso demográfico de las comunidades autónomas. Y hay que decirlo claro: el tramo sur del corredor, el que toca al sur de Alicante, peligra.

Hay demasiados motivos para desconfiar de Madrid. Recientemente nos reunimos en Elche una delegación de diputad?os ?y diputadas del Congreso y ?concejales? progresistas de municipios almerienses, murcianos y del sur alicantino para constatar que la inversión prevista por Bruselas en nuestro territorio puede quedarse en agua de borrajas. En lo que nos afecta a alicantinos del sur, estaría en juego parte de la inversión de más de 5.000 millones que la UE ha presupuestado para lo que consideramos debe ser un proyecto multimodal que ofrezca garantías al tráfico de mercancías y gente en nuestro territorio y más allá de sus límites.

Cada paso dado por Fomento respecto a esta infraestructura ignora el diseño propuesto por Europa, que inicialmente atravesaba la costa española desde Algeciras hasta Francia. La última aportación ministerial al asunto ha sido la de incluir una variante al Corredor Mediterráneo que uniría a Algeciras con Madrid. ¿Ustedes pueden comprender que cualquier inversión de tramos interiores entre Algeciras-Francia pasando por Madrid se pueda considerar inversión real en el Corredor Mediterráneo? Esa es la gran aportación del presidente del Gobierno Mariano Rajoy? y su partido: introducir la posibilidad de borrar el arco mediterráneo como motor económico del conjunto del Estado.?

La UE diseñó el corredor desde una perspectiva demográfica y económica, pero Fomento actúa como si en las costas andaluza, murciana, valenciana o catalana, donde se concentra la mayor población y las previsiones de crecimiento más claras según todos los estudios, no estuviera tampoco concentrado el mayor porcentaje de grandes pymes. Es una actitud irresponsable e hiriente con los intereses del Estado: los puertos no están en la meseta, sino en nuestras costas.

El problema no es de centralismo únicamente, también es una cuestión de concepción. Madrid no entiende el ferrocarril como una herramienta de transporte de mercancías. Solo el 4% de las mercancías españolas va por tren, frente a cifras que oscilan entre el 30 y el 50% de otros países como Alemania. Aquí hacemos otra cosa: nos dedicamos a poner kilómetros de alta velocidad sin estudios de rentabilidad alguna. Lo nuestro es un modelo radial, obsoleto, un diseño decimonónico para ferraris del raíl y tenemos unas magníficas estaciones donde uno puede ser rodeado por el eco con solo susurrar. Podría ser la enésima burbuja económica española.

Es dudoso que ahora mismo, al margen de la Generalitat Valenciana, alguien esté partiéndose el brazo para que el Corredor pase por el sur alicantino. Con todo lo que se ha hablado y polemizado, hasta este año ni un solo representante de la Comunidad Valenciana había estado presente como región europea en las reuniones en Bruselas. Es al actual secretario autonómico de Transporte y Vertebración Territorial, Josep Vicent Boira, a quien debemos de agradecer que se haya corregido esto? y su defensa de nuestros intereses.

Esta falta de representación en las negociaciones europeas? ha sido tan peligrosa como el hecho de que, al finalizar las reuniones, las regiones españolas que han asistido a estos encuentros (como la nuestra, la catalana o la murciana) son invitadas a salir de la sala para que los mandamases de Bruselas despachen con Fomento. ¿Y qué se acuerda allí? No trasciende. Vamos, para que se entienda: las negociaciones a puerta cerrada entre el ministerio y Europa están siendo de un secretismo comparable a la negociación del TTIP. ¿O alguien conoce lo que allí se trata aunque sea al modo Rajoy mediante plasma?

En Compromís nos negamos a perder este tren y por eso vamos a impulsar todas las acciones posibles para pelearlo. Hemos empezado por hermanarnos con las regiones implicadas del arco mediterráneo, porque la unión hace la fuerza, porque esta infraestructura es estratégica para el conjunto, porque será necesaria la visión global y los acuerdos entre nosotras para la consecución de nuestros objetivos.