Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Emilio Munera

Mariano apuntala a Rajoy

Mientras medio mundo contiene la respiración por un desenlace entre susto o muerte en las presidenciales de Estados Unidos, el presidente del Ejecutivo español apura otro habano en la primera semana de su flamante gobierno. Con el PSOE como tercera fuerza en las encuestas tras la defenestración de Pedro Sánchez, con Podemos a la greña en Madrid y con Ciudadanos a la defensiva ante un temible «abrazo del oso», Mariano exhala volutas de satisfacción porque sabe que ha vuelto a apuntalar a Rajoy. Tiene mérito el dirigente gallego. Como político sabe esperar a ver pasar los funerales de sus rivales y como escapista ha sabido, hasta el momento, salir indemne de los múltiples escándalos de corrupción que han sacudido al PP y al propio cuartel general de los populares. De esta nueva vuelta de tuerca del marianismo se destaca que el actual gobierno es continuista y tiene escaso peso político, así como la creciente rivalidad entre las dos «mujeres fuertes» del régimen, Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal. Y por estos pagos hemos preferido quedarnos con la pérdida de influencia del PP autonómico en el Reino de España. No le ha perdonado Rajoy al exministro de Exteriores afincado en Xàbia, García Margallo, que se dejara querer como posible alternativa si se imponía un cambio de candidato en el PP. Quien se mueve no sale en la foto y el presidente ha incluido al excanciller en el lote de jubilados por edad, sin atender a la capacidad y al buen papel desempeñado por Margallo. Las broncas entre ambos fueron notorias, como también lo era la mala relación entre el exministro y Soraya, que le tenía fichado por intrigante. De modo que la lideresa popular en la Comunidad, Isabel Bonig, se afana ahora por combatir este desapego y reconstruir puentes con Génova y Moncloa, pero lo tiene crudo... Ya es sabido que a Rajoy sólo le convence Mariano.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats