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Tomás Mayoral

Enseñándolo todo

Se alarma el grupo municipal del PP de Alicante porque un actor porno haya impartido una charla sobre sexo seguro a jóvenes. Y, utilizando una parábola bíblica, que también puede ser considerada una cita inconveniente, dado el caso, puede que el escándalo esté más en el ojo de quien lo ve que en el hecho en sí. No voy a ser yo quien proponga que el escandalizado se extraiga el globo ocular, que era lo que, un poco a lo bestia, proponía la parábola del Buen Pastor como medida extrema. Pero unas gafas (de ver, si es posible) tampoco vendrían mal para enfocar adecuadamente el asunto.

Verán ustedes por qué. Si el tema de la charla hubiera sido «Obstrucción de tuberías y otros atascos» nadie hubiera visto mal que el invitado fuera un humilde fontanero. Tampoco un ingeniero hubiera hecho mal papel, pero si se buscara otro enfoque, como dicen ahora, un probo profesional del noble arte de la fontanería estaría más que preparado para abordar tan apasionante tema, con el que lidia a diario en el desempeño de su trabajo. Abundando en el argumento, si alguna institución, lobby o comunidad de vecinos organizara en el futuro una mesa redonda sobre corrupción política, tampoco le extrañaría a nadie que algún yonqui del dinero o tesorero de partido político participara en el evento, eso sí, junto a politólogos, juristas y sociólogos. Aportarían ambos, fontaneros, adictos al parné y tesoreros, una visión práctica de las materias a tratar. Incluso creo que podrían intercambiarse, dados los numerosos nexos que unen fontanería, atascos y corrupción política.

Ya no es tiempo de colocar letras escarlata en la espalda de nadie, como pasaba con el personaje de la novela de Hawthorne. Un actor porno puede hablar, con cierto conocimiento de causa, de muchos temas, pero especialmente de seguridad sexual porque es una parte fundamental de su actividad. La cuestión es que a alguien le interese. Tanta mojigatería interesada nos acerca a Estados Unidos, cielo e infierno del peor puritanismo posible. Hace cinco años, airados padres de una escuela de Los Ángeles impidieron que Sasha Grey, ex actriz porno y ahora escritora de éxito, fuera invitada para leer cuentos infantiles. Ella era una más de un grupo de voluntarios que se dedicaba, desinteresadamente, a fomentar la lectura entre los niños. Debe ser que se puede enseñar. Pero no todo.

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