El Gobierno, en funciones depende para qué, anuncia una espectacular subida de las pensiones para 2017: el 0,25%. Uno o dos euros mensuales para la mayoría de los 9.500.000 pensionistas españoles. Téngase en cuenta que la pensión media en el sistema de la Seguridad Social está en 906,37 euros mensuales y la de jubilación en 1.046,28. Aunque para los 1.264.626 jubilados de Autónomos su pensión media es de 701,38 euros mensuales. Todo ello son datos del Ministerio y del mes de septiembre de 2016.

Con unas pensiones tan escasas es vergonzosa la despreocupación del Gobierno por el colectivo de pensionistas. Llevamos varios años con subidas del 0,25%, la pérdida de poder adquisitivo es evidente. Y con la situación de crisis que vive España las repercusiones trascienden a este colectivo. CC OO ha publicado un estudio, denominado Observatorio Social de las Personas Mayores, en el que se demuestra que más del 30% de los hogares españoles depende de los ingresos de pensionistas. Cada vez es más frecuente ver jóvenes dependiendo de los mayores para poder vivir. Es un mundo al revés y con un futuro que da miedo si esta situación se prolonga.

Para intentar cambiar esta tendencia, CC OO y UGT han conseguido que todos los partidos, representados en el Congreso, apoyen su petición de una proposición de ley para que la subida de las pensiones, en 2017, sea del 1,2% para empezar a recuperar poder adquisitivo perdido. La propuesta la apoyan 178 diputados. Curiosamente no la suscriben ni el PP ni Ciudadanos. No se tramitará porque el Gobierno, en funciones depende para qué, la bloqueará. Y aún hay gente decidida a abstenerse para que el Gobierno del PP deje de estar en funciones y pueda así seguir con esta política tan antisocial. Todo un regalo para Rajoy. Ni sus afiliados podrían portarse mejor. Y siempre le quedará Ciudadanos por si acaso.

Los sindicatos también reclaman volver al Pacto de Toledo con las pensiones. Es urgente tomar medidas para salvarlas. La hucha de las pensiones está a punto de desaparecer. Según algunas informaciones, se ha comunicado a Bruselas que sólo hay fondos para un año. ¿Y después qué? El Gobierno de Rajoy es el que más en peligro ha puesto las pensiones en España. En 2011 se encontró casi 67.000 millones de euros en el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. En julio de 2016 quedaban 24.207 millones. Se había gastado más de 40.000 millones en poco más de 4 años. Para la próxima paga de Navidad volverá a sacar de la «hucha», pero ¿podrá hacerlo para la Navidad de 2017? Queda poco más de un año.

La ministra Fátima Báñez dice que la solución es que haya más empleo y así habrá más cotizaciones y la Seguridad Social irá mejor. Qué Nobel de Economía se está perdiendo el planeta. Ella debería saber como está el tema. Según la última EPA publicada había 4.574.700 parados. En agosto 2016 los inscritos, datos del Ministerio, eran 3.720.300 personas. Lo grave es que, de ellos, sólo cobraban prestación 2.036.900, o sea, que casi 1.700.000 parados inscritos y reconocidos oficialmente no cobran nada. Y lo que es peor: de los que cobran algo, sólo 848.300 perciben una prestación contributiva, el resto, nada menos que casi 1.200.000 parados cobran una prestación asistencial, o sea, los famosos 426 euros mensuales y, a éstos, no se les sube nada nunca.

Por si faltaba algo, la Agencia Tributaria acaba de informar que aumenta el número de trabajadores que ingresa menos de 300 euros al mes trabajando, a finales de 2014 eran casi 3.700.000. Han inventado un nuevo modelo: pobres y trabajando. Luego se extrañan de las estadísticas que hablan de que aumenta la pobreza y el riesgo de exclusión social en España. Si estos son los ingresos que tiene mucha gente, cómo serán los de la Seguridad Social. A efectos de estadísticas, el Gobierno nos dice que se crea mucho empleo, lo que se crea es mucho contrato temporal y parcial. Así poco se soluciona. Se maquilla la realidad pero el problema social se agrava. Mientras tanto, la evasión fiscal crece, la corrupción es noticia diaria y lo que se anuncia para el futuro son más recortes, para cuadrar unas cuentas que algunos han expoliado. No es más de lo mismo lo que nos hace falta, sino un cambio radical de prioridades y otros responsables políticos capaces de hacerlo.