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La gran tragedia... del PSOE

El socialismo en España empieza a destilar un aroma parecido al que en su día abocó al PASOK -aquel partido hermanado con el PSOE que timoneó durante décadas el gobierno de Grecia- a quedarse sin un proyecto político autónomo y a caer en la irrelevancia electoral. El impacto de la crisis económica, la perdida de identidad de la socialdemocracia en toda Europa junto a su incapacidad para ofrecer una alternativa a la de las recetas del liberalismo, los errores estratégicos y la falta de respuesta frente a las «presiones» de los grandes «lobbys» para «conservar» el sistema como cerrojo a las fuerzas emergentes han llevado al PSOE a un callejón sin salida. La nueva gestora que se ha hecho cargo de Ferraz tras el golpe contra Pedro Sánchez -el último que había osado oponerse a ese poder establecido aunque más por una cuestión de supervivencia que de convencimiento- no tiene a día de hoy nada que ofrecer. Sólo tiene encima de su mesa el guión de una gran tragedia con dos posibles desenlaces. A cada cual más dramático. O unas terceras elecciones en las que todo apunta a un nuevo y puede que definitivo retroceso en la batalla por el liderazgo del espacio de la izquierda; o entregarle el gobierno al PP con un enorme desgarro entre las bases, los simpatizantes y los votantes socialistas. Susto o muerte. Facilitar el poder a la derecha griega para contentar a una Europa decadente e insolidaria y, de paso, intentar frenar el ascenso de Syriza -una gran coalición de fuerzas de izquierda- fue el entierro del PASOK. Cayó en picado con una sangría de votos a su izquierda a medida que iba confirmando su respaldo a un partido manchado por los casos de corrupción como Nueva Democracia, las siglas del referente griego del PP. ¿Les suena esa historia? Una vez que ese matrimonio se consumó por primera vez ya no hubo vuelta atrás. Cada vez que la derecha lo necesitaba o Europa exigía a Grecia eso que llaman «estabilidad», los socialistas griegos se apuntaban a la fiesta de entregarle el mando a los que, en la práctica, tenían que ser sus rivales políticos. Llegó un día que la Syriza liderada por Alexis Tsipras ganó el gobierno de Grecia sin que el PASOK pudiera evitarlo. Y ahora cuando la estrella de Tsipras decae y las encuestas auguran que los socios griegos del PP volverán a gobernar, resulta que los socialistas, según las encuestas, siguen en su nivel más bajo mientras Syriza se mantiene en el 30% como segunda fuerza. Una gran tragedia «a la griega»... para el PSOE. Tomen nota en Ferraz.

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