Matant el temps
TEATRE ARNICHES DE ALICANTE
De Pasqual Alapont. Compañía: La Dependent. Dirección: Pepa Miralles.
Se dirige al público antes de empezar, y cuando arranca la función le pillan sin pantalones. Una espectadora le plancha ropas? El veterano Joan Gadea no quiere actuar solo, pero la compañía alcoyana a la que pertenece, La Dependent, le empuja a que participe en un monólogo amargo y divertido sobre su propia vida, aunque no al estilo de El club de la comedia. La realidad y la ficción se funden, y el protagonista ofrece versatilidad, destreza y variedad interpretativa para conectar muy bien con los espectadores que acudieron al Teatre Arniches de Alicante en escasísimo número. La obra Matant el temps, de Pasqual Alapont, le permite poner en órbita una tarea donde se resaltan vivencias, incluyendo las profesionales, y recuerdos ágilmente y con intensidad. Un plato combinado en el que las chispas irónicas componen los ingredientes junto a algunas angustias existenciales, como los miedos de una clase u otra, o los anhelos. Emociones y sensaciones que Joan Gadea domina con sinceridad y sentido lúdico en esta fusión que oscila entre el presente y el pasado. Las escenas, dirigidas por Pepa Miralles, quedan perfectamente coordinadas con el dinamismo exigible durante la representación. El único comediante cuenta, canta con la cabaretera música de Panchi Vivó, da pasos de baile, según la coreografía de Ana Calvo, interpreta y se apoya a veces en imágenes de vídeo con la directora, el productor Joanfra Rozalén, el autor o un nutrido coro. Palabras y voces musicales que sintonizan con la figura de Joan Gadea. Todos los pasajes muestran la capacidad que el espectáculo necesita, y lo difícil se puede convertir en fácil si se dan estas circunstancias. Recuerda que intervino en la serie L´Alqueria blanca, de Canal 9, o en la película La gran aventura de Mortadelo y Filemón, entre otros trabajos. Dice que él siempre quiso ser Sean Connery. De ahí la foto del programa. Mata el tiempo viviéndolo, homenajeando al teatro y a la comedia para «compartir amb els amics la festa de la vida». Sobre todo, una comunicación muy directa con los asistentes, que le aplaudieron mucho.
