La cuarta victoria de la temporada es muy importante y provoca que el Hércules dé un salto en la clasificación. En el partido hubo un cambio muy importante en el descanso que cambió el escenario. En el segundo acto, el equipo presionó más arriba y mejor y ahí decidió el encuentro. La primera fue muy sosa, el equipo de Tevenet prácticamente le regaló 45 minutos al rival y eso no me gusta en el Rico Pérez. Demasiados jugadores de espaldas a las portería, las líneas separadas y la presión muy lejos del área rival. La conexión entre Javi Flores y Berrocal no aparecía por ningún lado y Chechu tampoco participaba. El único peligro venía por la banda de Nieto, pero sus numerosos centros no encontraron rematador. Lo que sí destacó ya en la primera parte es el gran trabajo colectivo, con carreras de hasta 30 metros de varios jugadores y en este sentido el equipo ha crecido mucho y de ahí que lleve tres partidos sin encajar. En el segundo acto, la presión fue más arriba y el Hércules empezó a tirar diagonales que hicieron muchísimo daño al rival. Los dos goles son de un nivel muy alto y recompensaron a un conjunto local muy superior. También es muy destacable que el Lleida no generara ninguna ocasión en todo el partido y eso que un rival llamado también a pelear por los puestos de la promoción.
