El pasado viernes a última hora de la mañana, en la sala de espera de una clínica de Alicante, los acompañantes hacíamos tiempo mientras una pantalla de plasma emitía los berridos que soltaban los seres humanos (es difícil llamarlos personas?) que Telecinco tiene a bien mostrar en ese engendro tan edificante que es Mujeres, hombres y viceversa. A punto estábamos los allí presentes de empezarnos a gritar unos a otros, por puro mimetismo, cuando un señor mayor se acercó al recepcionista y le sugirió que cambiara de cadena, o no se hacía responsable de lo que pudiera pasar. «¿Y qué cadena pongo?». «Pues La Sexta, hombre, que está Ferreras con lo del psoe?»
Y es que ha sido semana grande para el director de programas informativos de La Sexta: fue el único que tuvo reflejos para hacer un programa especial el miércoles por la noche tras la dimisión de media ejecutiva, obteniendo un share del 10%. Siguió dando la matraca el lueves y viernes en Al rojo vivo, marcando sus mejores datos desde que está en antena. Y acabó coronándose el sábado, con el especial informativo que hizo desde las siete de la tarde, donde adelantó antes que nadie lo que estaba pasando en el aquelarre socialista de Ferraz: el follón que había dentro, la colocación de una urna fantasma, la recogida de firmas para una moción, la votación decisiva («me dicen que es a mano alzada, y van por la letra p»), el resultado de la misma, y el anticipo de la dimisión de Pedro Sánchez.
El resultado fue una lección práctica de periodismo televisivo, realizado en directo, sin trampa ni cartón, y donde todo lo que iba avanzando a los telespectadores se cumplía, a rajatabla, minutos después. Ayer se conocieron los índices de audiencia, y no pudieron ser mejores: casi un 15% en el programa especial del sábado, y ayudando a que La Sexta Noche de ese día sacara uno de sus mejores datos, con un 19,6%. Para una cadena que se mueve en torno al 8%, no puede haber mejor colofón.
Y es que La Sexta ha sido la única cadena que ha sabido sacar punta a los cambios que la política nacional ha tenido en los últimos años. Con un estilo fresco y directo, y dando mucha cancha a los nuevos actores (sobre todo a Podemos, dicen sus críticos), la cadena se ha posicionado como referente de la(s) izquierda(s), y lo que es más importante, como la única cadena que actúa como referente informativo y de actualidad. Es verdad que a veces juega al límite del reglamento (alguna tertulia deja bastante que desear) y que la objetividad no es su principal característica. Pero lo que es incuestionable es que son los únicos que están volcados con la información política y hacen periodismo televisivo. Y que Ferreras sabe, y mucho, lo que se trae entre manos, transmitiendo intensidad y conocimientos a los reporteros que tiene bajo su ala, y no es de extrañar: si sobrevivió a Florentino Pérez y a Valdano juntos (fue el jefe de comunicación del Real Madrid de los galácticos), y sigue saliendo todas las mañanas sano y salvo del hogar que comparte con Ana Pastor, este hombre puede con todo..?
