Consiliario de la Sociedad Venida de la Virgen durante muchos años, fue para mí un honor y una satisfacción coincidir con él en la Junta Directiva de la Sociedad entre los años 1996 y 2000. Se desplazaba de Altea, donde residía, a Elche los días que había reunión y regresaba a altas horas de la noche para no faltar a aquello que tanto le gustaba.

Era un enamorado de la Virgen y de su Venida. Quedan en nuestro recuerdo sus vibrantes homilías en la Misa de la Playa del Tamarit el día 28 de diciembre. Lo vivía de tal modo que su amor a la Virgen, a su Venida y al Misteri, del que también fue Mestre de Capella, nos lo transmitió a muchas generaciones de ilicitanos.

¡Gran sacerdote! Entusiasmaba con sus vivas a la Patrona en sus entradas a Santa María, en su predicación en varias «Salves» en agosto. Siempre tenía un piropo para nuestra Patrona, «la Xiqueta» como él tan cariñosamente la llamaba. Antonio, siempre te recordaremos y estamos seguros de la Madre a la que tanto amaste te tiene bajo su manto.