Por diversas circunstancias marcadas por conflictos y amenazas terroristas, el movimiento de turistas ha favorecido al sector turístico en la provincia de Alicante, ha roto los records de ocupación hotelera de los últimos años. En la primera quincena del mes de agosto las cifras alcanzaron en la Costa Blanca el 92,80% y en Benidorm un 94,20%, las playas, los hoteles y las terrazas han sido escenarios de cientos de miles de visitantes tanto nacionales como extranjeros, que han hecho de nuestra provincia su destino vacacional. Sin embargo, detrás de estas buenas cifras de ocupación, se encuentra la verdadera cara del sector turístico que es el motor de crecimiento económico de la provincia no solo en la época veraniega, sino durante prácticamente todo el año.

Una cara «B» de las actividades turísticas, que esconde situaciones de precariedad con un indecente y abusivo número de contratos temporales que en muchas ocasiones amparan situaciones fraudulentas, bajos salarios, enfermedades profesionales, parcialidad involuntaria y externalización de servicios con el objeto de no de aplicar convenios colectivos sectoriales, reflejados sobre todo en las camareras de pisos que pierden en torno a un 40% del salario real que les corresponde al no aplicárseles el convenio que les pertenece, además de que por el ritmo de trabajo se ven obligadas a darse de baja por enfermedad, aquejadas de dolencias como lesiones músculo-esqueléticas, estrés y ansiedad.

Desde UGT venimos denunciando esta situación de vulneración y de explotación que sufren muchos de los trabajadoras y trabajadores del sector, debido a la aplicación de la reforma laboral y a la actuación irresponsables y miope de bastantes empresas. Por ello, y con motivo del Día Internacional del Turismo, hoy 27 de septiembre, aprovechamos la ocasión para exigir la dignificación del trabajo en la industria del turismo que genera cientos de miles de puestos de trabajos.

Dignificar el sector es posible si afianzamos un modelo turístico de calidad en el que prime el reconocimiento de unas condiciones laborales dignas, y para ello es necesario que se apliquen contratos fijos así como la figura del fijo discontinuo antes del uso excesivo de temporalidad, esta modalidad permite combinar la estacionalidad del sector con las garantías jurídicas de dar continuidad al empleo, así se dejará de percibir por parte de muchos profesionales como una opción de paso.

Desde UGT vemos necesario la inversión en la formación de los trabajadores y trabajadoras, que aporte calidad y cualificación al propio sector. Desterrar la cultura de la externalización y subcontratación de los servicios motores de la actividad hotelera, que perjudican específicamente a las camareras de piso, precarizando sus condiciones al aplicarle convenios que no corresponden con su función, así como una mejor eficacia en la Inspección de Trabajo al objeto de terminar con el fraude laboral que se practica con los trabajadores que son contratados por bastantes menos horas de jornada que la que se les obliga a realizar con normalidad.

Si realmente queremos competir en calidad, en buen servicio y no dejarnos llevar por la volatilidad de las circunstancias, debe repercutir los beneficios empresariales en los incrementos salariales del sector que, conjuntamente con el resto de condiciones, contribuyen a que existan trabajadores y trabajadoras motivadas y comprometidos con la actividad.

Hay que dignificar el sector y su trabajo y apostar por la calidad, la innovación y la cualificación de todas las actividades turísticas.

(*) Firma también este artículo Eduardo Vacas González, secretario general SMC UGT Alicante.