En los últimos días hemos recibido la noticia de que un nuevo tratamiento ha sido capaz de «revertir el alzheimer» en un ensayo clínico.

El alzhéimer es la causa de demencia más común por encima de los 60 años. Se trata de una enfermedad neurodegenerativa, es decir, que destruye progresivamente el cerebro y cuyo mecanismo aún no se conoce completamente.

Se sabe que en los cerebros de los afectados por esta enfermedad hay acúmulos (placas) de una proteína llamada beta-amiloide y que estas placas intoxican y matan las neuronas. Sin embargo, no se tiene la certeza de si estos acúmulos son la causa, consecuencia o solo una parte secundaria del mecanismo de la enfermedad.

En el ensayo clínico mencionado, al principio se ha demostrado que un anticuerpo obtenido en laboratorio elimina progresivamente los acúmulos de proteína del cerebro y, además, que los pacientes tratados pierden facultades mentales a un ritmo más lento que los no tratados.

Esta buena noticia, sin embargo, no significa que se pueda comenzar a utilizar este medicamento ipso facto. El número de participantes en este ensayo ha sido pequeño y solo con la intención de demostrar su eficacia para eliminar las placas sin tener consecuencias fatales en el proceso.

Esta información deberá ser complementada con los llamados ensayos de fase III, que reclutarán a muchos más pacientes para obtener una muestra que represente mejor al conjunto de afectados y dé información sobre la eficacia y los efectos secundarios del medicamento en condiciones más naturales.

En caso de mostrar eficacia y seguridad, este tratamiento podría representar una revolución en el pronóstico de los enfermos de Alzheimer, puesto que los medicamentos disponibles hasta ahora solo mejoran los síntomas sin cambiar de manera significativa las expectativas vitales de los afectados. Una excelente noticia, sin duda.