¡Menuda semana acabamos de pasar! La verdad es que, desde hace bastante tiempo, escuchar cualquier tertulia, de la tele o de la radio, se ha convertido en un auténtico suplicio. Todas hablan de lo mismo, con ligeras diferencias según sea el color de cada una de ellas. Los dos temas (creo que el lector se va a extrañar): ¿Tendremos Gobierno o iremos a nuevas elecciones? y la corrupción.

La verdad es que es admirable el esfuerzo que hacen los tertulianos para no aburrir al patio, que está aburrido desde hace 9 meses y medio, por no decir que está harto, más que harto, hasta el mismísimo moño diría yo, de tanto bla bla bla. Que sale Rajoy caminando a toda pastilla y mira hacia el cielo.... inmediatamente se interpreta el gesto con mil y una explicaciones por parte de los tertulianos. Que sale Sánchez y se niega a hacer declaración alguna, pues ya la tenemos liada en todas las tertulias o telediarios y pasma escuchar las explicaciones y pronósticos de unos y otros que, como decía, son diferentes según escuchemos una tertulia de un color u otro. Sale Iglesias y pasa exactamente lo mismo y ya no digamos si lo hace Rivera. Aquí la situación ha cambiado pues, como sabe el lector, que debe saberlo pues lo han dicho en todos los medios por activa y por pasiva, la cosa se complica ya que han pactado con el Partido Popular y el pacto peligra peligrosamente en cada momento. Así, cuando ocurrió lo de la señora Barberá, algunos pronosticaban que el pacto estaba roto y los otros que no, que de ninguna manera, que el pacto se había cumplido en todos los puntos. En fin, un auténtico maremágnum de parole, parole, parole como cantaba Rafaela Carrá, pero con menos gracia, ya les digo, pues acaban con la paciencia de los oyentes.

Y me pregunto por qué todo lo que llena el telediario o tertulias son, precisamente, estos temas. El primero no da recorrido pues se limita a estampas de los actores antes aludidos y poco más y el otro se desarrolla, al menos esta semana pasada, en las puertas de los juzgados de todo el territorio nacional. Por un lado el Tribunal Supremo con el caso de Rita Barberá, por otro los juzgados de Andalucía con el caso de los eres, por otro los de Valencia con el caso Taula y los de Barcelona con Artur Mas... Y es que esto no es vivir, la verdad, no nos dan respiro aunque lo cierto es que los telediarios nos permiten conocer todos los edificios judiciales españoles.

Yo creo que nuestros políticos están reflexionando y, por un lado, los tertulianos no los dejan reflexionar con tanta parole y conjeturas. Va a ser que la culpa del «no gobierno» la tienen esos periodistas que tanto conjeturan, interpretan y opinan. Los políticos, pobrecitos, intentan reflexionar en silencio, caminando, en la playa o en sus despachos pero... ¡no los dejan reflexionar! Por el otro lado lo impiden los juzgados. ¡No respetan los tiempos políticos!, (esto lo he oído directamente). No sabía que en alguna ley haya un artículo que obliga a los juzgados a respetar los tiempos políticos. Lo que sí que hay en las leyes es un montón de artículos que dicen que no hay que malversar ni robar ni prevaricar.

Así que, por favor, un poco de silencio y de respeto a los tiempos políticos. ¡Qué país!