Médicos sin Fronteras denuncia que los sucesivos bombardeos a hospitales y a centros de salud en Siria, Yemen, Afganistán y en otros países en conflicto no se trata de errores, es una política basada en el terror provocando que las poblaciones tiendan a abandonar sus viviendas, la zona en la que residen. Asimismo la labor solidaria de Médicos sin Fronteras y otras organizaciones mantienen el deber de asistir a heridos y enfermos independientemente de quienes sean, incluyendo a combatientes de cualquier bando; eso sí, se les obliga a no ingresar en el hospital con armas y uniformes. Este criterio, de escrupuloso respeto a los más elementales derechos humanos, molesta a los que están en guerra, Estados, movimientos armados, etcétera. Se dice que en la guerra todo vale y esto está sucediendo, no se trata de errores. La actual tecnología se está utilizando no para no cometer errores, sino para que los bombardeos sean más eficaces.

Médicos sin Fronteras asegura que a lo largo de 2015 perdieron la vida 23 profesionales sanitarios sirios de estructuras apoyadas por MSF y otros 58 resultaron heridos. Además, 63 clínicas y hospitales respaldados por esta organización fueron blanco de ataques aéreos o bombardeos en 94 ocasiones diferentes el pasado año. Doce de estas instalaciones quedaron completamente destruidas. Sólo en Alepo se documentaron ataques perpetrados contra nueve centros de salud. Esta política terrorífica significa que muchas miles de personas se han visto privadas de asistencia médica.

Cruz Roja desde hace más de 150 años comenzó con el principio de que cualquier herido o enfermo tiene derecho a ser atendido, lo que significó en su momento toda una revolución. En estos momentos tanto el gobierno sirio, Arabia Saudita, Rusia, Estados Unidos, movimientos armados, todos aquellos que disponen de aviones practican el terror y suelen disculparse, se trata de errores.

De todas maneras en los últimos años se ha superado el genocidio sistemático, si se excluye a los nazis, a los Jemeres Rojos y la masacre de armenios. Hace ocho siglos los mongoles tomaron Samarcanda, ejecutaron a todos los prisioneros y a los soldados que se habían rendido. A continuación se obligó a la población abandonar la ciudad, a toda, y fueron exterminados. Se levantaron montañas con los cráneos de las víctimas. Ocho siglos después Estados modernos, que han firmado convenios internacionales de manera solemne, bombardean hospitales...