Para empezar, una incógnita: la economía... ¿va bien, va mal, así-así, mejorando, con pronóstico vital dudoso, en vías de restablecimiento u oliendo directamente a pino?

Para saberlo, los gurús, los «expertos», los analistas, los economistas y otros chamanes disponen de herramientas extremadamente sofisticadas. No por nada son economistas-jefes del banco tal o cual, previsionistas en plan Yolanda Sultana o, mejor aún, miembros del algún «Tin-tan».

La herramienta por excelencia, The tool para que me comprendan, consiste mayormente en mirar lo que hacen los demás. John Maynard Keynes tenía razón cuando escribía en su Teoría General (1936) que los agentes económicos se comportan como los ñus. Keynes lo decía de otro modo, pero para el caso es lo mismo. Si un ñu corre hacia el abismo, los demás se precipitan detrás, como en el aforismo de Voltaire: «Si usted ve un banquero tirarse por la ventana, salté detrás de él. Puede estar seguro que hay algo que ganar».

En la incertidumbre, los economistas se miran unos a otros, y todos miran hacia la FED -el banco central de EE UU- la mano dispuesta en visera al estilo de los pieles rojas, entrecerrando los ojos y poniendo cara de entendidos.

Justamente, el Comité de Política Monetaria de la FED publicó el pasado 17 de agosto las minutas de su reunión del 27 de julio, ocasión en la que decidió no hacer nada, o sea mantener las tasas de interés en el nivel en que estaban. Para los «expertos» y los economistas fue como ir por lana y salir trasquilados.

En tiempos remotos, el Champollion de los «expertos» tradujo las decisiones de la FED para que las entendiese todo el mundo:

a) Alza de las tasas de interés = la economía va bien

b) Baja de las tasas de interés= la cosa va mal

c) Si la FED no mueve las tasas quiere decir que no sabe, no opina, no responde. Ergo... incertidumbre.

¿Qué decirle en la TV a aquellos que esperan la palabra del «experto» antes de comprar o vender? Sobre la cabeza de la comunidad financiera apareció un gran signo de interrogación. ¿A qué santo encomendarse? La fe es bandolera, no encontrando nada mejor, alguien sugirió esperar la publicación de las minutas de la reunión del 27 de julio. Hay quién ve el futuro en el poso del café, otros en las tripas de las aves. Los economistas en las minutas de la FED.

La prensa europea describió la situación del modo siguiente:

«La tensión era palpable ayer en las principales plazas financieras del planeta. Suspendidas a la publicación de las minutas de la FED, Wall Street y la Bolsa de París acusaban un ligero retroceso algunos minutos antes del cierre de los mercados europeos».

Contrariamente a lo que ocurre con otros bancos centrales, los objetivos de la FED son claros: un crecimiento estable, una tasa de empleo satisfactoria y una inflación mesurada. No pregunten lo que es un crecimiento estable, una tasa de empleo satisfactoria o una inflación mesurada, porque ya la tendríamos liada.

Los «expertos» viven en la ambigüedad, miren si no como el inenarrable Alain Grenspan, presidente de la FED durante 18 años, terminaba sus conferencias de prensa diciendo: »Si me han entendido, es que debo haberme expresado mal» (sic).

Entretanto es como en las películas de Alfred Hitchcock, quien aseguraba que el suspenso se logra poniendo una granada activada bajo un sillón, sentando a alguien encima, sin decirle que en algún momento la granada va a estallar.

El lío es que quienes estamos sentados sobre la granada somos nosotros...