Si late con fuerza, si lo mueve todo, si mantiene el espíritu del origen de la cosas, si inunda con su pulsión el resto de las cosas, entonces, estamos hablando de un corazón. El corazón vilero late gracias a la suma de las entidades, colectivos y asociaciones que unen esfuerzos para que nuestra querida ciudad siga siendo más humana, más habitable, más cómoda, amable y vivible. La sociedad civil de La Vila no quiere ser una gran ciudad con poco corazón. Prefiere ser un gran corazón dentro de una gran ciudad.

En estos últimos días el corazón de nuestra ciudad se ha encontrado en nuestro casco histórico. Gracias a las actividades desarrolladas por un grupo de hombres y mujeres preocupados del presente y del futuro, denominados «Espacio de Debate en Positivo por La Vila Equinocci», se ha llenado de cabo a rabo de cultura: poesía, pintura, música, teatro, cine, gastronomía, oficios? Nuestro casco histórico, nuestro centro neurálgico como pueblo, ha recuperado su identidad como centro de los encuentros de vecinos y vecinas, de aquí y de allá; reflejo de todo el potencial que los vileros y vileras pueden desarrollar en todos los ámbitos.

Nuestro casco histórico, como centro en el que se congregan las virtudes de toda nuestra ciudad, impulsando el buen nombre de La Vila Joiosa, convertida como nunca «La Vila Vella». La Vila Bella, eslogan de las actividades desarrolladas por Equinocci.

Este impulso tiene su continuidad en las actividades, en la defensa de su entorno, que desarrolla con lealtad a nuestra ciudad la Asociación de Vecinos del Casco Histórico de La Vila. Hombres y mujeres que, oriundos de este barrio o recién llegados, han entendido siempre de la necesidad de defender la vida en el entramado de calles y callejuelas pintorescas, seña de identidad física de nuestro pueblo. La asociación siempre ha sido colaboradora y defensora de sus vecinos. Prueba de ello, son las cenas que organizan e incluso la presentación del libro «La Torre del reloj», que habla precisamente de este casco antiguo.

Otros eventos como la feria medieval o Xocolatíssima hacen que este casco histórico que está catalogado como de Bien de Interés Cultural sea centro neurálgico de la vida en la localidad. Desde el Ayuntamiento tenemos el empeño de rehabilitar la zona, que nuestro corazón sea un órgano sano y fuerte que nos traiga más vida.

En esta suma, donde las instituciones como el Ayuntamiento y las entidades de cualquier ámbito se encuentran, es donde crecen ciudades como La Vila. O como cualquier otra. Este encuentro entre ciudadanía interesada por la política de las cosas, y un Ayuntamiento que piensa en las cosas antes que en la política es el que genera fuerzas ingentes para progresar de manera colectiva.

El Ayuntamiento tiene como objetivo en esta legislatura potenciar el asociacionismo en un momento donde hoy todo se mide por distintos parámetros y en el que conceptos como participación y ciudadanía vuelven a tener significados más parecidos a su acepción tradicional.

Sí, La Vila quiere ser participación y ciudadanía. Porque hoy entendemos que estos dos términos, junto a alguno más, forman y deben formar en el futuro también parte del corazón vilero.