El gobierno de la Generalitat Valenciana, anuncia futuras modificaciones en legislación tributaria, que van en dirección contraria a como se están «conduciendo» en el resto de España y Europa.

El tejido empresarial español y el de la Comunidad Valenciana está formado en su mayoría, por pequeñas y medianas empresas familiares, lo que se replica en mayor o menor medida en el resto de la Unión Europea.

Por esa razón el 22 de enero del 2015 el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen sobre «La empresa familiar en Europa como fuente de un crecimiento renovado y mejores puestos de trabajo». Este dictamen fue aprobado por la totalidad de los miembros de los distintos grupos políticos del Comité Económico y Social Europeo (incluso por el que forman parte los miembros del PSOE), excepto tres abstenciones. Una semana después de que el Parlamento Europeo aprobara una resolución que reconoce que las empresas familiares, son la mayor fuente de empleo en el sector privado y que, por lo tanto, lo que es beneficioso para la continuidad, la renovación y el crecimiento en este sector es propicio para el crecimiento de la economía europea.

Entre otras conclusiones, dicho dictamen recoge que las empresas familiares, constituyen la espina dorsal de muchas economías en todo el mundo, son fuente de crecimiento económico y empleo y pide a la Comisión Europea que ponga en práctica una estrategia para fomentar las buenas prácticas en el ámbito de la empresa familiar en los Estados miembros de la Unión Europea (UE). El informe propone diversas medidas específicas, entre las que destacan:

Mejorar la legislación sobre la transmisión intergeneracional de las empresas familiares, en particular desde una perspectiva fiscal, con vistas a reducir el grado de exposición de estas empresas a los problemas de liquidez. La transmisión de la propiedad de la empresa a la siguiente generación es el mayor reto al que se enfrentan estas empresas. En esta línea, el dictamen propone respaldar medidas que faciliten la transmisión de empresas, por ejemplo, en el contexto del derecho sucesorio o mediante incentivos fiscales.

En el resto de Europa, la mayoría de los países de nuestro entorno han seguido las recomendaciones de la Unión Europea y cuentan hoy con un régimen especial favorable a la transmisión de una generación a otra, de ese modo en aquellos países en los que se grava la transmisión de la empresa a los descendientes (no en todos los países se hace), se establecen mecanismos que no impliquen que ese gravamen haga inviable su continuidad por motivos fiscales.

También en España el legislador ha mantenido un régimen que permita la sucesión generacional en las empresas familiares, de forma que no se obstaculice su subsistencia, manteniendo la creación de puestos de trabajo, y aunque cada Comunidad Autónoma regula los impuestos cedidos por el Estado de diferente manera, algunas Comunidades como la de Canarias o Murcia, que han comprendido la importancia de proteger a las empresas familiares, están disminuyendo la carga fiscal aplicable a la sucesión en las mismas.

Sin embargo, en la Comunidad Valenciana una vez más, se anuncia que se va a incrementar la presión fiscal, que de nuevo incidirá sobre la pyme y los autónomos, incluso me permito aventurar, sobre el resto de la ciudadanía, quienes de forma directa o indirecta sufriremos la misma, bajo el pretexto de que deben incrementarse los ingresos para hacer frente a los gastos de nuestros gobernantes, que no saben o no quieren reducir.

Las organizaciones empresariales no podemos permanecer impasibles ante este dislate y tenemos que unirnos para explicar a nuestros gobernantes que, aunque se empecinen en decir que van en la dirección correcta, en esta ocasión estarían conduciendo en sentido dirección contrario al resto, poniendo en peligro la viabilidad y puestos de trabajo creados por miles de empresas valencianas.