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Antonio Sempere

En pocas palabras

Antonio Sempere

Con Enric Morera

Las ocho horas que duran los desfiles en Villena dan para mucho. En su transcurso cabe contemporizar con numerosas personalidades. Y en la tribuna oficial se da un particular juego de las sillas que te lleva, sin que te des cuenta, a verte acompañado por alcaldes, presidentes de comparsas o de asociaciones ciudadanas, o, como me ocurrió en un momento dado durante el paso de los Piratas, departiendo con Enric Morera y Javier Esquembre, presidente de las Cortes Valencianas y alcalde anfitrión. El tema de la televisión lo sacaron ellos, aunque a esas alturas yo lo tenía en la punta de la lengua. A ver si cuando tengamos la nueva tele viene por aquí a sacar los desfiles, reivindicó con una sonrisa en los labios el primer edil, sorprendiendo a Morera por el hecho incontestable de que la televisión autonómica, en 24 años, jamás se hubiese acercado a Villena a hacer un directo más allá de aquel de la inauguración de la nueva plaza de toros cuyo paseíllo más aclamado por las cámaras fue el de Francisco Camps.

En esas que aproveché para meter baza, y para plantearle a Morera mi punto de vista particular acerca de la televisión autonómica, que para el político tiene que ser integradora, palabra que me repitió varias veces. ¿Integradora? Para que sea integradora primero tiene que ser visible, y para que sea visible tiene que normalizarse entre la población, algo muy complicado de seguir a rajatabla los postulados fundacionales que marcan el 100% de las emisiones en valenciano.

Recordé a Morera que no tengo nada contra la lengua, todo lo contrario. Pero que una televisión pública sea integradora en una provincia como la alicantina, donde el bilingüismo es inexistente, parece una entelequia. Con millón y medio de castellano hablantes y casi medio millón de valenciano parlantes, sin duda que se trata de un caso singular en donde no se debe dar nada por supuesto.

Siguiendo mi argumentación, Enric Morera me dio la razón al recordar anécdotas acerca de lo difícil que le resulta a su familia política, cuando se mueve por Alicante, desenvolverse en su lengua materna en supermercados, comercios y servicios de lo más variados. Al menos, comprobé que Morera sabe la tierra que pisa. Que no es poco. Otros políticos, en cuanto se instalan, pierden contacto con la realidad. Pronto veremos lo que hacen con la patata caliente. Pero por más que me esfuerce, parecen baldíos mis esfuerzos de que hagan el favor de mirar con cariño el modelo EiTB, con un canal en euskera y otro en castellano, vertebrando que es gerundio. Haciendo marca. Y siendo ambos muy visibles. En el otro extremo de las renuentes 0'4% 0'3% cuotas de cuota de pantalla alcanzadas por Nou 2 y Nou 24, hasta el último día de su existencia, con su 100% en valenciano. Morera me siguió escuchando. Y apostilló. Integradora, la tele tiene que ser integradora, o no tendrá sentido.

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