Hay que reconocer que el gobierno municipal del tripartito está trabajando a favor de la democracia y el igualitarismo en la ciudad. Lástima que sólo lo haya conseguido hasta la fecha con la suciedad, que por vez primera se reparte democráticamente por todos los barrios de Alicante, ya sean de la zona Norte, del Centro o de las playas, en los lugares más humildes y en los más acomodados, en los barrios tradicionales y en los de más reciente creación. Y es que los problemas de limpieza y suciedad que tiene la ciudad han alcanzado una dimensión alarmante, ante los que no se puede seguir echando balones fuera o mirando hacia otro lado, como hacen las fuerzas políticas que dirigen este Ayuntamiento.

Para poder abordar adecuadamente un problema lo primero que hay que hacer es reconocer que existe, como sucede con las enfermedades. Pero si se niega su existencia, se culpa a otros o se trata de descalificar a quienes lo señalan, difícilmente se podrán aplicar los tratamientos adecuados. Pues algo parecido sucede con el problema de la suciedad en Alicante, que desde hace años viene siendo negado por los responsables municipales, utilizándose como simple munición electoral, antes y ahora. De manera que una ciudad que vive por y para el turismo y que pretende atraer cada vez a más visitantes destaca en estadísticas y clasificaciones como una de las ciudades más sucias de España, mientras que otras muchas capitales competidoras han conseguido niveles de limpieza y salubridad envidiables.

Sin embargo, este nuevo gobierno municipal del cambio que acumula ya sobre sus espaldas quince meses de mandato encuentra como respuesta al clamor social que los problemas de limpieza están generando echar la culpa al anterior equipo de gobierno del PP por adjudicar el servicio a la contrata municipal que lleva a cabo estos trabajos bajo las actuales condiciones. Eso, mientras estos meses atrás el alcalde respondía en las redes sociales a quienes le trasladaban sus quejas por la suciedad en distintas zonas de la ciudad con malas formas, afirmando que «la ciudad está ahora más limpia que con Castedo», cuando no les descalificaba, como hizo hace pocos días al llamar literalmente «cobrador del frac» a un vecino que le enviaba un mensaje de preocupación. Sin embargo, es llamativo que el tripartito se escude ahora en la naturaleza del contrato suscrito con la empresa de limpieza por el anterior gobierno municipal, cuando tanto en sus promesas electorales como en su «Programa de Gobierno municipal» suscrito por las tres formaciones para esta legislatura señalan en el punto 8 la exigencia de «un cumplimiento exhaustivo de la contrata». Si ahora vienen con que la contrata presenta numerosas deficiencias, ¿por qué consideraron que pedir su cumplimiento exhaustivo daría respuesta a los problemas de suciedad en Alicante? Seguramente porque ni siquiera habían leído el pliego de condiciones, creyendo que la solución al problema pasaba únicamente por el rescate de la contrata para remunicipalizar el servicio, como defendía Guanyar en su programa electoral, a pesar de no ser jurídicamente viable.

Pero lo cierto es que mientras el tripartito negaba la gravedad del problema y dedicaba esfuerzos a estudiar el rescate de diferentes contratas municipales, se perdían quince meses valiosos, al tiempo que Alicante alcanzaba unos niveles de suciedad, pestilencia y mugre nunca antes vistos. Todo ello, además, en un año con niveles históricos de visitas turísticas, cuando muchas de ellas vienen hasta nuestra ciudad debido a la crisis de otros destinos del Mediterráneo, siendo necesario fidelizar y captar a todos esos visitantes a los que, sin embargo, ofrecemos como carta de presentación unas calles malolientes, con aceras repletas de orines y excrementos, con basura y suciedad en las vías públicas a lo largo y ancho de toda la ciudad.

Y quienes quieran relativizar el problema, descalificar a quienes lo señalamos o directamente negar su existencia están haciendo un enorme daño a Alicante. Basta como ejemplo decir que en Google, frente a 461.000 entradas relacionadas con las «Hogueras en Alicante», aparecen 563.000 vinculadas a los «problemas de suciedad en Alicante». Dicho de otra forma, a nivel mundial en el buscador de Internet por excelencia, nos conocen mucho más por la suciedad que por las Hogueras, una auténtica barbaridad.

No estamos ante un problema sencillo, ni mucho menos. Nos encontramos ante un asunto que exige comprender por qué Alicante está tan sucia, por qué los vecinos la tratamos tan mal y la ensuciamos tanto, así como las causas por las que la ciudad se limpia de manera tan deficiente, de forma que cuanto más sucia está la ciudad, más se ensucia. Entender que la limpieza de la ciudad y la salubridad de los espacios públicos debe ser una prioridad para un Gobierno municipal es una asignatura pendiente si no se quiere dañar el presente y erosionar el futuro de Alicante.

@carlosgomezgil