El nuevo regidor, en una entrevista al día siguiente en INFORMACIÓN, minusvaloraba el hecho de estar siendo investigado por una supuesta estafa, un asunto que, precisamente, salió a colación en dicha sesión plenaria: «Estar imputado en la esfera privada no me inhabilita para ejercer la función pública», sentenciaba. Esa es su opinión que, evidentemente, queda lejos y mucho, seguro, de la de la mayoría de sus conciudadanos. ¿Respaldaría usted en las urnas a un político a sabiendas de que está siendo investigado? ¿Le parece normal que en la situación de «investigado» maquinara y ejecutara una moción de censura?
En junio de 2015, PSOE y UPyD firmaron un pacto para gobernar Novelda que, entre otros aspectos, incluía una cláusula de honorabilidad por la que dimitiría cualquiera de los firmantes si «por cualquier causa fuese procesado por delitos de terrorismo, corrupción o que afecten a la ejemplaridad pública». Algo que pretendía ser seña de qué era lo prioritario para los nuevos munícipes.
¿Afecta a la ejemplaridad pública que un alcalde esté bajo sospecha? Pero Esteve, en vez de marcharse, se ha autoproclamado alcalde con el respaldo del PP y lo primero que hizo a continuación fue buscar la fotografía con el regidor al que acababa de echar para estrechar su mano, ante la insólita mirada de éste que no sabía dónde meterse. Eso es probablemente lo que entienda por ejemplaridad pública. Eso y nada más.
