«A pesar de los considerables reveses sufridos en el campo de batalla, el EIIL (son las siglas del Estado Islámico en el Iraq y el Levante -Daesh- con las que lo identifica la ONU) sigue reafirmándose en el ciberespacio. Para la mayoría de los combatientes terroristas extranjeros que se unen a las filas del EIIL, Internet siempre ha formado parte de su experiencia social. Si bien el contacto personal directo sigue siendo un elemento fundamental de los procesos de radicalización y reclutamiento, Internet y las redes sociales desempeñan una función crucial». Es parte del análisis que anualmente remite el Comité de Apoyo Analítico y Vigilancia al Consejo de Seguridad (S/2016/629) para seguir el cumplimiento y el efecto de las resoluciones relativas al EIIL (Daesh), Al-Qaida y las personas, grupos, empresas y entidades asociadas. La primera parte del informe, de fecha 30 de junio, describe las características y el funcionamiento de los dos grupos terroristas internacionales; en la segunda se analiza su presencia y denominación local en las distintas regiones mundiales; y termina con las recomendaciones al Consejo de Seguridad. En la descripción de la amenaza terrorista señala, como recojo al comienzo, «el uso indebido de la tecnología de la información y las comunicaciones». «Los reclutadores se ponen en contacto con las personas en sus países de origen empleando estrategias individualizadas, trasladándolos con rapidez a foros cerrados y guiándolos a los sistemas de mensajes cifrados». Esta es una de las novedades, con la «internet oscura», que dificulta más si cabe la persecución de los radicales.

Hay una competencia estratégica entre el EIIL y Al-Qaeda incluso con enfrentamientos en algunas zonas por los territorios y recursos. «A pesar de las visiones opuestas de 'califato' y 'emirato' (?.), los agentes del EIIL utilizaron las relaciones personales con personas asociadas a Al-Qaida. Esto pone de relieve el hecho de que las redes terroristas pueden constituirse por una ideología común pero se sustentan en las relaciones personales"». A pesar de las diferencias hay una cooperación táctica, como prueban los últimos atentados, y no sólo lo de Europa -occidental y oriental-, también en África o en Asia.

El EIIL ha cambiado el sistema de atentados buscando los ataques simultáneos que dificulta la intervención de las fuerzas de seguridad. La cuarta característica es el regreso de los combatientes extranjeros en Siria e Irak. «La presión militar contra el EIIL en el Iraq y la República Árabe Siria ha dado lugar a un aumento del número de combatientes terroristas extranjeros que regresan, en particular a Europa». Dichos combatientes han recurrido a los «viajes fragmentados o han empleado documentos de viaje falsos, robados -el EIIL se hizo con miles de pasaportes sirios-, alterados u obtenidos de forma fraudulenta o se han estado escondiendo entre los flujos migratorios para no ser detectados. Los Estados Miembros resaltaron que muchas de las personas que regresaban contaban con antecedentes de delincuencia y por tanto tenían vínculos con organizaciones delictivas que podrían ayudarlos a obtener armas y documentos de viaje para preparar un posible atentado».

La falta de recursos económicos, los del petróleo se han reducido casi un 50%, así como las donaciones externas por el sistema de sanciones del EIIL se han visto afectados en gran medida por los esfuerzos internacionales. El Gobierno del Iraq ha tomado medidas publicando una lista de más de 100 empresas iraquíes de transferencia de dinero y cambio de moneda relacionadas con el EIIL No obstante, el EIIL ha proporcionado capital inicial a algunos de sus afiliados y ha podido transferir fondos mediante transportistas de dinero, sistemas paralelos de transferencia de fondos y canales bancarios, lo que demuestra que es necesaria una vigilancia continua.

La segunda parte describe las organizaciones adheridas al EIIL y a Al-Qaeda que actúan en las distintas partes del mundo y el impacto de las medidas adoptadas.

Los recursos que les llegan y su sistema de financiación.

En la última parte el Equipo de Apoyo Analítico y Vigilancia de las Sanciones formula recomendaciones y proponer posibles maneras en que la actual estructura de sanciones podría evolucionar para hacer frente a esos nuevos desafíos de manera más eficaz. Plantea la necesidad de seguir con la congelación de activos del EIIL, evitar el comercio de crudo y el suministro de repuestos para las plantas, el embargo de armas, exigir a las entidades privadas que denieguen el acceso al sistema financiero, especialmente propone medidas en materia de antigüedades y tecnologías de la información y comunicaciones.