Año 1993. La identificación de Gorbachov con España consta, por escrito, en las primeras líneas de sus «Memorias: Los años decisivos. 1985-1992». Las redactó en Moscú después de abonar el poder y ser «hombre libre» (según sus propias palabras). En la traducción española, título de la primera hoja. «A mis lectores españoles». A pecho abierto declara: «Muchas cosas me vinculan a España como hombre y como político. En numerosas ocasiones he hablado, y no sólo durante mi estancia en tierras españolas, acerca de mis sinceros sentimientos hacia España y su historia hacia ustedes, queridos españolas y españoles. Deseo confirmar, una vez más, el carácter invariable de esos sentimientos» La conexión la argumenta: «Siempre sentí, de su parte, un enorme apoyo a todo lo que representan los últimos años de mi actividad política y social». Palabras nobles, elevadas, estimulantes. Algunas sugerencias a España: Inspirar confianza, reformar la economía de planificada (por el Estado) a la social de mercado, los intelectuales y la política, la ciencia y el progreso, la Perestroika. Fortalecen su pensamiento el encuentro con Juan Pablo II en el Vaticano, hablaron, dos eslavos, de la confrontación a la cooperación, la crisis de las nacionalidades. También consolidan su horizonte de la Gran Europa el ser Premio Nobel de la Paz, el contemplar Europa hacia el siglo XXI y la Carta de París: la Nueva Europa. El camino está elegido, no hay vuelta atrás. Vivimos un «Giro histórico».

Conoce el abandono del pasado y el despegue de España hacia la democracia: «Ha recorrido un espinoso camino desde el régimen totalitario a la democracia parlamentaria desarrollada. Pero, a fin de cuentas, los españoles pudieron conseguir un éxito de escala histórica porque estaban de acuerdo en lo sustancial, en lo que necesitaba el país». Gorbachov en aquel momento ya era una de las personalidades mejor informadas del mundo, había ejercido el máximo poder, conducido, a la segunda potencia mundial la URSS. Abrió los archivos y documentos para informar a los pueblos. ¡Gracias!

Año 2016, Conserva actualidad, vivísima, el mensaje de las Memorias, de marzo 1993: pide comprensión a los lectores españoles del libro para «comprender mejor las causas y motivos por las que me guié cuando, por los caprichos del azar, tuve la obligación de trazar el rumbo de las reformas democráticas en la Unión Soviética». Reconoció el momento real: «España se enfrenta ahora -lo sé con seguridad- a nuevos y complicados problemas. Creo que los españoles podrán responder a los nuevos retos si se apoyan otra vez en lo más importante, la concordia social que les aseguró el éxito en el pasado». En los últimos renglones declara: «Si mi libro abre una senda más en la comunicación entre nosotros, esa será para mí la mayor recompensa. Con respeto y siempre con mis mejores sentimientos». El verano, opaco, 2016, invita a la lectura del mensaje de Gorbachov a España en sus Memorias de los años decisivos.