En estas fechas, los amigos y conocidos vuelven a la ciudad, nos cuentan sus viajes, todos han aprovechado para ver museos, centros de arte?.. ¿Por qué buscamos esto cuando salimos, y no lo exigimos en nuestra ciudad? Bueno sí, lo exigimos, pero no lo encontramos. ¿Qué imagen ha ofrecido Alicante a la cultura plástica, en la primera línea de la costa más visitada prácticamente de toda Europa? Pues si consideramos como nuestro principal escaparate las salas de la Lonja del Pescado, una de las ubicaciones más privilegiadas de la Comunidad, que abre sus puertas solo por las tardes, vemos que el producto local predomina, pero un producto que no es significativo de la profesionalidad de los artistas de Alicante, ni mínimamente representante de la experimentación que se está desarrollando en esta provincia o ciudad, sino un producto que en su mayoría refleja lo amateur, lo circunstancial, en cuanto a la reunión absolutamente convencional, casi accidental, de artistas y obras, para rellenar un hueco, un vacío en una programación cultural falta de iniciativa, de criterio. Pero ¿Y en el MACA, nuestro museo de arte contemporáneo que se supone debe apostar por la investigación y la experimentación? Pues sí, investigación hay, pero en una colectiva sin un contraste contundente con apuestas de autores, autoras, que estén concretando una propuesta que anime a un público experto a interesarse en ella, y que dé cabida a los profesionales de esta provincia. Una exposición con muy poco atractivo que no proyecta una imagen en el ámbito internacional. Ya que es lo local lo que predomina en la Lonja, se requeriría un contraste con lo que se está haciendo en el mundo, pero con la fuerza suficiente para establecer el contacto con los artistas locales e internacionales que estén en estos momentos con una presencia contundente, no por espectacular sino por comprometida. Esto es lo que puede dar una imagen de modernidad a la ciudad, o al menos de potenciarle vida artística, es decir, actualidad.
Pero qué decir. Pónganse en el lugar del turista o del ciudadano con una economía media, que quiere pasar unos días de verano en una ciudad que le dé algo más que playa y paella. Pues se van a Málaga, Palma de Mallorca, yo iría antes a Cuenca, aunque no tenga playa, pero a Alicante, a qué. Sí, evidentemente, algún espectáculo de teatro, efímero, algún concierto, nada que no podamos disfrutar en cualquier otra ciudad de la costa. Pero qué nos distingue. Bueno, como siempre, nos salva el MARQ, en la actualidad con un trabajo sobre la cultura de los vikingos. Pero en cuanto a cultura plástica, la imagen más solicitada por el público medio, la imagen del arte, de la creatividad en la investigación plástica?, nada de nada. Un año más estamos bajo mínimos. Esperemos que en la nueva temporada las cosas cambien. Aunque dejar todo un verano una imagen como la que tenemos en la actualidad no es un buen augurio.
