Es Federico García Lorca uno de esos nombres que aparece de manera constante a lo largo de la vida de cualquier lector que tenga interés en los libros de memorias, ensayos u otros especializados que traten la vida de Lorca de manera directa o indirecta. Personaje clave en la España del siglo XX, con una obra reconocida y valorada en casi todo el mundo, representó su muerte -producto de su asesinato por el bando nacionalista a los pocos días del golpe de Estado de 1936- esa lucha constante que en el ámbito español ha habido siempre entre el oscurantismo y el progreso, entre la libertad del ser humano y el intento de someterlo al control y a la voluntad de unos pocos.

Ayer jueves se conmemoró el 80 aniversario del asesinato de Lorca a unos kilómetros de Granada, muy cerca del llamado «barranco de Víznar», un paraje en el que hoy se levanta el parque García Lorca, y aunque haya transcurrido todo ese tiempo desde su asesinato y aunque nuestra vida sea muy distinta a la que se vivía en los años 30 del pasado siglo, no podemos evitar regresar una y otra vez al tiempo de su muerte -sus circunstancias dramáticas y la repercusión que tuvo y que sigue teniendo- y sobre todo a una vida que sigue siendo objeto de estudio, de nuevas publicaciones y de exposiciones que nos hacen revisar de manera reiterada su figura y su obra.

Traemos hoy a esta sección del diario INFORMACIÓN algunos de los libros que hemos leído sobre la vida y muerte de García Lorca. Tenemos en primer lugar los escritos por dos de sus hermanos, siendo el primero de ellos el de Isabel García Lorca en el que bajo el título Recuerdos míos (Tusquets Editores, 2002) hace la autora un repaso sentimental de la familia del poeta durante los años felices de máximo esplendor en la Huerta de San Vicente y el posterior exilio a EE UU de toda la familia. En sus páginas encontramos numerosas explicaciones a muchos de los poemas de Lorca cuyo sentido y significado nos explica la hermana menor de García Lorca a partir de detalles de la vida del poeta. El segundo es el de Francisco García Lorca con título Federico y su mundo (Editorial Comares, 1997) en el que el autor repasa la niñez y la juventud de Lorca y al mismo tiempo realiza un profundo estudio de la obra de su hermano. Sin embargo, en ambos libros, apenas se alude a la muerte de Federico, ni a sus causas ni al lugar donde en teoría fue enterrado.

También en el ámbito familiar de los García Lorca pudimos leer Lo que en nosotros vive (Tusquets Editores, 2008) de Manuel Fernández-Montesinos, sobrino del poeta que vivió gran parte de su vida en el exilio y bajo la dictadura franquista y en cuyo libro podemos entrar en la intimidad de las familias García Lorca y De los Ríos en el exilio de EE UU.

Coetáneos del poeta que dejaron testimonio de él fueron, entre otros muchos, Pablo Neruda, que en su Confieso que he vivido (1974) tuvo un afectuoso recuerdo de Federico con el que mantuvo una buena amistad en el Madrid de antes de la guerra. «Nadie podía pensar que lo matarían. Era el poeta más amado, el más querido y el más semejante a un niño por su maravillosa alegría», dijo Neruda. También se refiere Francisco Ayala al poeta nacido en Fuente Vaqueros en su libro de memorias Recuerdos y olvidos (Alianza Editorial, 2006) al que describe como alguien que derramaba cordialidad a los que estaban alrededor suyo.

Muy interesante me parece el libro que ha escrito recientemente Gregorio Marañón Bertrán de Lis, nieto del conocido médico Gregorio Marañón. Me refiero a Memorias del Cigarral (Taurus, 2015) gracias al cual podemos conocer casi de primera mano la estrecha relación que mantuvieron el doctor Marañón y Lorca durante los años previos a la guerra civil. Y digo casi porque, que sepamos, Marañón nunca se refirió a la muerte del poeta cuando regresó de Francia. Tampoco a Azaña ni a Antonio Machado.

He dejado para lo último la extensa obra de Ian Gibson sobre García Lorca. Gracias a este hispanista los españoles no sólo hemos podido saber, conocer y comprender mejor la obra de Federico y su asesinato, sino sobre todo nos hemos conocido mejor a nosotros mismos gracias a la mirada del que viene de fuera que nos pone delante nuestras miserias y aciertos. Fundamentales han sido su Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca -libro revisado y enriquecido gracias a nuevos datos de Lorca conocidos en los últimos años- así como también Lorca y el mundo gay (2009) y En Granada, su Granada?(1997)

Otras lecturas recomendadas:

Gonzalo Menéndez Pidal, Papeles perdidos (2004); Carlos Morla Lynch, En España con FGL (1957); Marta Osorio, Miedo, Olvido y Fantasía. Crónica de la investigación de Agustín Penón sobre FGL (2009).