A estas alturas, ignorar la importancia del deporte en la sociedad es como poner una venda en los ojos y no poder ver lo que nos rodea y el momento social que nos ha tocado vivir. Igualmente, me parece desproporcionado considerar el fenómeno deportivo como algo imprescindible en la vida. Pero cada semana, los resultados deportivos invaden todos los medios de comunicación y es algo que no podemos ignorar y que de alguna manera muchas veces nos condiciona en lo personal.

Cada cuatro años, los Juegos Olímpicos son como un examen al que se someten deportistas, entrenadores y dirigentes deportivos. Incluso los que dirigen la política general del país. Hay críticas para todos los gustos: críticas de resultados, de gestión, de inversión...

Los JJ OO son cada vez más grandes y más exigentes. No son sólo espectáculo deportivo. Convivir con tantas circunstancias se hace cada vez más difícil. Los organismos educativos tratan de inculcar a través del deporte una serie de valores formativos a los jóvenes de todo el mundo. Pero igualmente, cada vez los países utilizan más el deporte como instrumento de propaganda. Es difícil, muy difícil, equilibrar la balanza.

Presencié este año cómo un grupo de niños se reúnen alrededor del entrenador antes de un partido y gritan fuerte: ganar, ganar y volver a ganar. ¿Es éste el mensaje del deporte? Pues vaya fracaso. Por eso los padres, entrenadores y educadores cada vez utilizamos más los ejemplos de los ídolos y modelos a seguir. Hace años después de leer la biografía de Rafa Nadal comenté a un grupo de amigos: «Si pudiera influir en el Ministerio de Educación este libro sería obligatorio en todos los colegios y escuelas deportivas de España». Ojalá alguien acepte el reto.

En general, los resultados de los deportistas españoles hasta el momento son dignos en bastantes disciplinas. Lógicamente todo es mejorable. Las mujeres han dado un paso adelante muy significativo y justo es reconocerlo y aplaudirlo. Aunque me duele en lo más profundo, el fracaso más contundente hasta el momento ha venido del deporte al que dediqué mi vida: el atletismo. Sólo un dato significativo y puramente objetivo. Hasta el momento de redactar estas líneas han saltado ya a la pista 32 atletas. Sólo tres han pasado la primera eliminatoria. Sergio Fernández en 400 vallas con el penúltimo tiempo; David Bustos en 1.500, séptimo en su serie que pasa con el último tiempo; y Bruno Hortelano en 200 metros, primero, con exhibición incluida y récord de España muy importante. Dos atletas cubanos recién nacionalizados españoles se unen a última hora a esta lista. Ojalá al final de los Juegos puedan transmitir algo más positivo.