Coincidiendo con los Juegos Olímpicos, La 2 ha programado una serie de documentales que muestran bien a las claras la otra cara del evento, la del dopaje también pero no solo, que vistos uno detrás de otro dejan en evidencia las mediáticas hazañas que se nos pretenden vender. Estas piezas, cada una de su padre y su madre, acogidas genéricamente bajo el paraguas de Documenta2, nos están deparando joyas que todavía ganan más enteros si las consideramos en conjunto. A poco que veamos estos trabajos con distancia, con la precisión del entomólogo, concluiremos algo que ya sabíamos, que el ser humano a veces deja de parecerlo.
Dos de estos documentales tuvieron nombre de mujer, Althea Gibson, la primera mujer negra que logró ganar un torneo de tenis cuando en este deporte solamente se consentía el blanco impoluto, en el uniforme, en la falda, en la bola, hasta en las raquetas, y Nadia Comaneci, utilizada por la propaganda del régimen del dictador Ceaucescu.
Otros documentales abundan directamente sobre las cuestiones relacionadas con el dopaje, como es el caso de La carrera del siglo, en la que se narran sin tapujos las interioridades del caso Ben Johnson. Aunque, por su crudeza, dejan todavía con la respiración más entrecortada un par de trabajos que abordan cómo son los entrenamientos de los deportistas aquí y ahora, en pleno 2016. Atención a Entréname si puedes, dirigido por Manuel Herrero, y Cada vez más rápido, de Hugo Fernández. Añádase Del podio al olvido, de Curro Aguilera, que nos aproxima al delicado tema del duelo de los deportistas una vez que finaliza su carrera y tienen que salir de la burbuja en la que han vivido durante años, y nos encontraremos ante una verdadera trilogía del terror. Imprescindibles.
