La Subcomisión de la Familia de la Conferencia Episcopal Española insiste en que hay que unificar los criterios para acompañar a las familias cristianas. A su juicio, hay que tener unos puntos eclesiales y unos criterios compartidos, para hacer eficaz la pastoral sobre esos cristianos divorciados y casados de nuevo por lo civil.

Precisamente, se está trabajando en dar al clero, encargado de la pastoral familiar, una formación actualizada y permanente: «Un párroco no puede aconsejar algo distinto de lo que aconseja el párroco de al lado. Hacen falta unos criterios de discernimiento comunes, que provienen de la comunión eclesial». La descripción que hace la Subcomisión de la situación familiar en España es preocupante: «El desplome del matrimonio canónico, el aumento de los matrimonios civiles, los divorciados vueltos a casar o las convivencias sin matrimonio».

Estas situaciones preocupan a todos los cristianos y especialmente a los Obispos y Sacerdotes. El papa, Francisco, ha escrito un Documento precioso, titulado «La alegría del amor», que da una visión completa de lo que es el Amor cristiano en el matrimonio, en este Año del Amor de la Misericordia. La pastoral familiar, que ahora se aplica, trata de «acompañar a la persona en su drama, caminando juntos y recordando que la perfección de la pastoral familiar de la Iglesia se descubre sobre todo en la Misericordia».

Para llevar adelante toda esta pastoral familiar hay que integrar los matrimonios cristianos en grupos de fe y también «en centros de escucha especializados». A las familias cristianas se les pide que comuniquen el testimonio de su amor cristiano ordinario y cotidiano, que reflejaba el amor de Dios. Finalmente, la Subcomisión insiste en que la parroquia debe ser una familia de familias.