Ceno con unos buenos amigos para que nos cuenten y para celebrar el traslado profesional de ella a Madrid y la noche es amena y divertida y hablamos de una vida compartida entre dos ciudades como Madrid y Alicante y del trabajo y de viajes a Islandia y de nuevos retos y del futuro y del paso del tiempo

Y me levanto pronto al día siguiente y escribo sobre lo importante que es la actitud mental positiva en el momento de afrontar cambios, viéndolos como acicates y oportunidades que nos estimulan y hacen crecer, analizando posibles resultados, y sabiendo que los cambios significan más esfuerzo y salir de la zona de confort y controlada venciendo la inercia y la rutina que se impone con los modos cómodos de pensar y hacer.

Y es que para crecer como personas hemos de aprovechar los cambios de rumbo que surgen en la vida, que pueden producir desazón y recelo al modificar las circunstancias de nuestro ambiente, pues lo que desconocemos nos produce intranquilidad y nos obliga a adaptarnos a las nuevas circunstancias con el consiguiente esfuerzo y procurando la mejor actitud buscando soluciones de forma racional y meditada.

Y es precisamente El cambio el título de la película del director estadounidense llamado Michael A. Goorjian y cuyo protagonista es el psicólogo y profesor estadounidense Wayne Dyer, autor del conocido libro de superación personal Tus zonas erróneas, que en el filme intenta transmitir la idea de que cada cual debe encontrar su propio camino y descubrir su verdadero yo reflexionando si vivimos en plenitud y no estamos dejando escapar sueños y proyectos con los que intentar descubrir el propósito y significado de nuestras vidas.

Y sigo escribiendo y recuerdo la agradable cena de anoche, y me parece, amiga, que tu decisión es muy acertada cuando salgo al exterior y veo el bonito día que empieza y todas sus posibilidades y decido despertar a todos que siguen durmiendo y me miran con una sonrisa cuando les digo que vamos arriba y que tenemos para esta misma mañana un atractivo cambio de plan.