En las grandes decisiones y momentos críticos de la historia de la humanidad, hemos sabido sobrevivir en grupo, juntos, hemos sido más fuertes, por eso estamos aquí todavía, gracias al apoyo mutuo y al carácter colectivo que nos ha hecho sapiens. No nos sumerjamos en lo individual, creyendo que somos mejores que los demás, porque ello supondría la extinción total de nuestra especie.

Supongamos que estamos viviendo una catástrofe mundial; en tales siniestros sabemos por experiencia, que sacaríamos lo mejor de nosotros mismos, repartiendo los víveres y el agua entre todos: el miedo al hambre la violencia y la muerte, nos induce a ayudarnos mutuamente para seguir adelante. Pues bien, esa catástrofe ya la tenemos hoy en día: guerras, paro, hambre, violaciones de los derechos humanos, etc. Es necesaria una nueva visión planetaria, para poder frenar tanta barbarie, explotación y abuso de unas minorías poderosas que se han apoderado por la fuerza de un futuro que nos corresponde a todos los habitantes de La Tierra.

Las tecnologías limpias deben abrirse paso ya en todos los órdenes de la vida; y al servicio de las personas. En cuanto al trabajo y el tiempo empleado en el mismo, debe repartirse para todos en una cantidad que no exceda de las treinta horas semanales, hasta conseguir el pleno empleo, con un salario digno e igualitario entre hombres y mujeres. Educación democrática y de género como asignaturas en las escuelas, con media jornada para los alumnos en todas las categorías de enseñanza, desde primaria a la universitaria. Es muy saludable, trabajar de 8 a 14 horas y recoger a vuestros hijos del colegio a las 15 horas, después del comedor, para compartir las tardes con ellos, disfrutando de la vida día a día? !Ah!, la economía: si todos pagamos se recauda más, aun pagando la mitad de impuestos; es una ley que no falla; siempre que las urracas y los zorros sean controlados desde abajo.

Hay que tener en cuenta, que la producción tecnológica va a cambiar drásticamente, con la incursión de la robótica, que ya está en la puerta golpeando. Y será preciso que dicha producción esté al servicio de los pueblos de todo el mundo, para que no sigan «fabricando» guerras de exterminio masivo esas minorías con intereses espurios, que dominan a las mayorías, desde sus acumulaciones dantescas de capital, saqueado a los habitantes de este planeta, con sus injustas leyes y añagazas.

La supervivencia de la humanidad nos pide una reflexión profunda, que nos encamine hacia un cambio real, justo y equitativo; un futuro fiable y solidario para nuestros hijos, nietos y demás descendientes, que tienen el derecho de heredar un planeta limpio de polución e injusticias. Si los retos del futuro, no somos capaces de solucionarlos satisfactoriamente entre todos los ciudadanos y ciudadanas de éste único mundo habitable, vendrá el «gran hermano» con su álgebra de terror: democracia somos todos, democracia eres TÚ.