Siempre se ha comentado que a los españoles nos pueden engañar en el sueldo, porque en lo que se refiere a trabajar ya nos preocupamos nosotros con la picaresca de hacer lo mínimo. Sea más o menos afortunada la expresión en según qué ocupaciones, lo cierto es que algunos formatos televisivos nos han sorprendido este verano haciendo una especie de huelga a la japonesa.
¿O no parecía algo así ver a los de A punto con La 2 un 29 de julio, con la que está cayendo, en los platós de Sant Cugat del Vallés, tan deshabitados otros años por estas fechas? Para que se den una idea, los de Para todos La 2, durante siete años, cerraron su chiringuito a finales de junio.
Otros de los que ha estado al pie del cañón en plena canícula ha sido Antonio Gárate, presentando su barra cultural en Las tardes del 24, por donde han pasado algunos de los actores y actrices más relevantes de los carteles de Mérida y Almagro. Televisión en directo a mediodía en Sant Cugat. Y más televisión en riguroso directo al caer la tarde en Torrespaña.
Existe un tercer caso de programa diario que se ha mantenido en el trabajo hasta finales de julio, Late motiv, que habiendo comenzado sus emisiones el 11 de enero culminó el 28 de julio la edición número 112 demostrando cómo la televisión puede ser un continuo alarde de imaginación e inteligencia. Unos aspectos formales prodigiosos unidos a unos contenidos muy por encima de la media dieron como resultado un programa de ensueño.
Cómo será su calidad que después de vistas estas 112 horas de televisión solamente pienso en el privilegio que he tenido en disfrutarlas, una por una, dosis a dosis, como se paladean los pequeños placeres. Un diez.
