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Artistas alicantinos repiten

En las circunstancias actuales de las salas de exposiciones de Alicante y dada la escasa proyección que en realidad tienen más allá del ámbito ciudadano, cuesta entender la obsesión de algunos artistas por exponer en varias de estas salas, a veces, simultáneamente. En algunos casos, la repetición de gestos, obras?, no afianza su lugar en la cultura, solo nos traslada la sensación de que esta obra ya la hemos visto. Lo que no beneficia al artista.

De Sánchez Luna hemos podido ver en menos de tres años una gran exposición en la sala B de la Lonja, otra más reducida en una sala de diseño y arquitectura, y la presente en la Diputación. Pero entendemos que el artista sí cree que está haciendo algo distinto, aunque sean pequeñas variaciones que justifiquen una nueva presentación de su obra al público. En esta última exposición destaca el gran formato en algunas de sus pinturas, y su instalación en la sala sin otros aditamentos que su colocación directa en la pared. Un acierto el dejar grandes espacios entre las obras, lo que sin duda ayuda a una mejor comprensión de su trabajo. Una necesidad que parece que les cuesta entender a artistas y comisarios, en Alicante. Una sola obra puede decir mucho más que cinco amontonadas.

En la exposición de Sánchez Luna podemos distinguir tres soportes y técnicas. Las piezas de gran formato, la mayoría, están realizadas sobre papel con técnica mixta. En ellas los dibujos gestuales se entrecruzan y se invaden, lo que crea diferentes niveles de visión y, dada la textura del papel, producen efectos de veladuras que dan a la obra un interés experimental, en base a estas superficies heridas por el rastro pictórico de la brocha o el arrastrado y rasgado del punzón. Cuando Sánchez Luna utiliza el lienzo como soporte, cambia al óleo que, más cubriente, oculta parte de ese proceso de relación entre las diferentes fases del trabajo plástico, lo que le resta cierto atractivo al resultado. En el trabajo sobre metacrilato, su trasparencia consigue que parte de estos diferentes estratos se muestren, revelando superficies debajo del gesto superpuesto, resaltando las reservas, los recortes y los planos de pintura, recuperando, consiguiendo una mayor frescura. Lo evanescente se funde con el gesto más denso, cubriendo las superficies de colores planos por otras más violentas, salpicados... Dos grabados con técnicas expertas dan cierta variación al conjunto de la sala, declarando la disciplina que imparte como profesor en la Facultad de Bellas Artes de Altea. El gran formato aporta la espectacularidad a las superficies en las que Sánchez Luna ha volcado todo su ímpetu de trabajo e intuición. Así lo afirma el pintor en la entrevista con María Marco, incluida en el catálogo. Intuición y trabajo, principios en los que basa esta muestra de su evolución, que en pintura siempre es muy sutil.

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