Lunes
LOS MUROS DE CONSTANTINOPLA
Sin llegar al nada envidiable récord de España (cuarenta golpes de Estado y pronunciamientos en los dos últimos siglos), Turquía tiene una larga tradición de motines militares y el promedio insinuaba que era inminente la reincidencia. Sin embargo, es dudoso que los analistas más perspicaces sospecharan que una chapuza colosal fuera derrotada gracias a las redes sociales por un presidente que hasta hoy las consideraba una ocurrencia satánica. De hecho, la implacable reacción de las autoridades, que han rescatado del baúl de los cachivaches estalinistas la purga masiva de funcionarios, fomenta la sospecha de que lo ocurrido ha sido un «autogolpe» que justificaría el tránsito a un régimen dictatorial. Turquía es un aliado incómodo al que los caprichos geográficos han colocado entre dos frentes (el ruso y el islamista) vitales para el «lobby» occidental y es probable que la apuesta por un presunto moderado como Erdogan que neutralizara a los radicales sólo haya servido para embrollar peligrosamente la situación y precipitar los disparates: el jefe de los golpistas era un general de intendencia.
Martes
TAL COMO ÉRAMOS
La sesión constitutiva del Congreso ha brindado una segunda edición del concurso de promesas líricas de los diputados de Podemos, cuyo vencedor indiscutible ha sido Pablo Iglesias con una parrafada digna de un personaje de Bertolt Brecht traducida por Corín Tellado, y el intercambio de alusiones familiares y metáforas pestilentes entre un diputado socialista y otro de Podemos, lo que en términos escénicos ha sido la precuela de lo que podría dar de sí un gobierno de progreso. Pero todo esto son menudencias del fragor con que los españoles nos adornamos para desmentir cierta apatía congénita. Cuando verdaderamente están en juego cuestiones trascendentales sabemos comportarnos con eficiencia teutónica, comprando por ejemplo cinco votos a los hijos putativos de Pujol por tres millones de euros, la asignación a cada grupo parlamentario que los desechos de Convergencia no pueden formar en una interpretación recta de la ley. La primera hazaña del PP neonato ha sido pastelear con unos tipos cuya simpática pretensión es el exterminio institucional, una adaptación de esas batallas medievales en que los emisarios de ambos bandos pactaban durante un banquete a qué hora comenzaría la matanza.
Miércoles
DOCTOR WINCHESTER
Uno de los enviados especiales a la convención republicana que ha nominado a Donald Trump ilustra el ambiente del cónclave con el dato de que muchos asistentes van armados. Parece una exageración propia de una época de tiroteos imprevistos, pero la anécdota me recuerda que un grupo de investigadores de Harvard ha llamado la atención recientemente sobre enfermedades como el cáncer de colon, la demencia o las cardiopatías que desde hace unos años están experimentando un descenso por causas que todavía no se ha acertado a identificar. Estos investigadores citan la modificación de hábitos, las pautas preventivas y la mejora de los tratamientos como factores no desdeñables del retroceso, aunque admiten que no ofrecen una respuesta completamente satisfactoria. Es paradójico que estas estadísticas saludables convivan con otras como la de homicidios con armas de fuego, cuya magnitud permite calcular que los estadounidenses tienen veinticinco veces más probabilidades de morir violentamente que sus congéneres de la Unión Europea. Tal vez otro motivo por el que disminuyen el cáncer de colon, el colesterol y un tal Alzheimer.
Jueves
LA EDUCACIÓN DE LAS MASAS
No conozco el «Pokémon Go», pero un par de sobrinos en edad impresionable consumen el día con los ojos succionados por la pantalla del móvil. Sin embargo, algunos especialistas descartan que esta adicción sea necesariamente más perversa que otras anteriores. La diferencia es que los mismos zombis que caminaban inclinados mientras tecleaban «wasaps» sesudos como «dabuten tío», ahora persiguen en idéntica postura cierta omnipotencia virtual a través de un monigote. Bueno, no son los mismos sino muchos más. Se habla impropiamente de epidemia, cuando en realidad nos encontramos ante una pandemia dado su ámbito mundial y me pregunto cuánto tiempo tardarán algunos diputados en amortiguar el tedio legislativo con la excitante peripecia de una excursión por los escaños del adversario. Sin embargo, el ocio absorbente también puede definirnos con honores. Una explicación verosímil del énfasis con que el ISIS repudia estos accesorios del modo de vida occidental es que, como métodos para el lavado colectivo de cerebros, la guerra santa no tiene ninguna posibilidad de éxito frente al saltarín Pikachu.
Viernes
EL VILLANO
El efímero Pedro Sánchez (ni siquiera su devota esposa puede creer que vuelva a ser candidato presidencial) sufre desde el 26-J un linchamiento administrado unas veces con el sarcasmo de Pilatos y las más con la brutalidad propia de una guerra civil. Se le responsabiliza de los peores resultados del PSOE en cuarenta años, aunque los síntomas de la decadencia aparecieron cuando Rodríguez Zapatero jugueteó con devolver al partido a una etapa preconstitucional y rupturista que ha logrado lo peor de ambos mundos, ser desbordado a derecha e izquierda. Ahora, Pedro Sánchez es señalado como el futuro cooperador necesario bien de un gobierno radical (el «gobierno de Frankenstein» según Rubalcaba), bien de franquear con su abstención las puertas de la Moncloa al PP. En ambos casos, los agoreros vaticinan la aniquilación del PSOE sin sugerir una tercera opción que evidentemente no existe. Así, la impotente agonía de Sánchez transcurre entre comités insurrectos, sucesores impacientes y manifiestos de viejas glorias que le urgen a beber la cicuta de la abstención por «sentido de Estado».
