Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Desde mi terraza

Luis De Castro

Sensaciones

El verano se ha iniciado con los graves sucesos de la matanza de Niza por obra y gracia de un fanático de incipiente ideología yihadista; y es una pena que este loco iluminado no cayera en manos de una doctora especialista en psicopatología clínica por cuyo gabinete, en la misma capital de la Costa Azul, por lo visto han pasado muchos jóvenes que estuvieron a punto de caer en las redes del fanatismo y que, impulsados por los padres al saber de la existencia de la doctora, consiguieron la rehabilitación para una sociedad mentalmente sana. Lo cierto es que el país vecino, símbolo de la civilización y de la defensa de los derechos humanos, corre el peligro de radicalizarse justo a la inversa de los valores resultantes de la Revolución Francesa: igualdad, legalidad y fraternidad. Los atentados perpetrados en los últimos meses por los islamistas, están siendo aprovechados por la extrema derecha que avanza a pasos de gigante. ¡Pobre Francia y pobre Europa! Por si fuera poco, el frustrado golpe de estado en Turquía ha supuesto otro susto para el mundo occidental que ve con preocupación cómo el presidente Erdogan sale reforzado en su mandato y está realizando una purga o limpieza descomunal en los estamentos militares y judiciales, no descartando la restauración de la pena de muerte aprovechando la petición popular. Por fortuna, y gracias (o por culpa de) a la economía, es posible que el mundo se libre de esta fatídica decisión ya que a Turquía le sería negada su anhelada inclusión en la Unión Europea si se llegara a restaurar la pena capital. Y «la pela es la pela». Lo cierto es que los citados acontecimientos y la continuidad de la guerra en Siria, con sus graves consecuencias en cuanto a la emigración de ya millones de sirios que siguen huyendo para evitar ser exterminados como conejos, hacen que los ciudadanos europeos, preocupados por el confort y un nivel de vida que ven amenazados, se encuentren invadidos por una sensación de peligro; y los españoles, que estábamos en otra guerra, hemos aparcado momentáneamente la batalla que ahora se reanuda con la constitución legal y formal de las Cortes Españolas. La señora Ana Pastor se convierte en la segunda mujer que ostenta la presidencia de la Cámara Baja (la primera fue Luisa Fernanda Rudi, también militante del Partido Popular); y a pesar de que se la considera una extensión del presidente Rajoy (la llaman La Voz de su Amo), personalmente creo que ha sido una de las ministras más trabajadoras, dialogantes y discretas de los diferentes gobiernos del PP. El tiempo dirá si debo cambiar de opinión, o si la asepsia y neutralidad política exigible a la tercera autoridad de la nación se mantiene durante los cuatro próximos años. Ahora empieza la madre de todas las batallas, la formación de ese gobierno que se está dilatando más tiempo del aconsejable en la actual situación española. Y como resultado de las negociaciones que ahora se reinician, en el horizonte ya se dibuja el vuelo de las gaviotas del PP; la izquierda moderada y la radical perdieron la última batalla? pero la guerra continúa; un gobierno débil nunca es aconsejable, pero siempre es mejor que un gobierno autoritario fortalecido por las peligrosas mayorías absolutas. La fragmentación del nuevo Parlamento español obligará al también nuevo gobierno a «atarse los machos», y esperemos que la ayuda de Ciudadanos sea a cambio de rectificar y/o modificar leyes regresivas, lo que sin duda repercutirá en una mayor justicia social. Lo cierto es que ha llegado el momento de que la sensación de caminar por la cuerda floja termine, y tengamos un respiro. Y no quiero olvidarme de nuestro Ayuntamiento: señor Alcalde, por favor salga a pasear cualquier tarde y verá que las papeleras no se vacían todos los días, y que al caminar por la Explanada se corre el peligro de que los numerosos dátiles que van cayendo de las abigarradas palmeras llenas de frutos, consecuencia de falta de pod

La Perla. «Nadie nos prometió un jardín de rosas, hablamos del peligro de estar vivos» (Fito Páez, cantautor argentino).

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats