Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Curaciones milagrosas

Decir que los pilotos están hechos de otra pasta es un tópico fácil y no quisiera caer en el, pero si que es obligado reconocer que su capacidad para superar sus lesiones es muy superior a la del resto de los mortales, incluidos deportistas de elite de otras especialidades. Las lesiones nos afectan a todos, y en el deporte motociclista es habitual que se produzcan y los pilotos están obligados a recuperarse rápidamente para no perder el ritmo de competición y poder cumplir con sus objetivos. Sorprendente, casi milagrosa, ha sido la recuperación del valenciano Jorge Navarro que se fracturó tibia y peroné de su pierna izquierda el pasado 12 de junio mientras entrenaba preparando su participación en el GP de Holanda, en el que como es normal no pudo participar. Esta lesión para cualquier persona normal hubiese significado un periodo mínimo de recuperación de tres a cuatro meses. En este caso, el piloto solo ha necesitado 34 días para volver a montarse a la moto y competir al máximo nivel en la lucha que mantiene por el título con el sudafricano Brad Binder.

Navarro se desplaza a pie con muletas, por lo que no puede apoyar la pierna, pero en la moto no necesita hacer ninguna presión. Y es que salvo en el caso de que haya infección la fractura se estabiliza, en ocho o diez días con lo que puede tener resuelta la herida a nivel de piel y de músculo, y como el hueso está estable y no hay dolor, tiene el tobillo libre y puede ir en moto. Tampoco necesita correr, ni saltar ni brincar como un futbolista. Sin embargo asume un gran riesgo porque en caso de una nueva caída esta sería mucho más grave. Otra explicación al milagro, nada médica: el efecto Binder. A Jorge se le comía por dentro ver por tele a su íntimo rival luchar por el título en Holanda, pese a que ese día no estuvo entre los mejores. «Vuelvo para batirme por el Mundial; 48 puntos no son imposibles de recuperar», manifestaba el de la Pobla de Vallbona antes de partir hacia Alemania.

Cualquier persona normal estaría meses de baja por una lesión similar, pero los pilotos son capaces de mejorar los plazos más optimistas gracias a su esfuerzo y su tesón. Aplican su espíritu competitivo a cualquier faceta de la vida. El dolor está ahí, ha pasado muy poco tiempo, es reciente, pero el dolor no es suficiente para interponerse en los sueños de un joven que se ha fijado como objetivo ser campeón del Mundo.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats