Supongo que por lo del «Brexit» y por aquello de Gibraltar español, Malvinas argentinas ha surgido una iniciativa para conseguir que Alicante tenga la propiedad de la antigua refinería y depósitos de La Británica. Eso está bien. Hace tiempo, unos cuantos pudimos visitarla vestidos de marcianos y con caretas antipolvo, entramos en ese laberinto de estancias que quedan de aquel complejo industrial. El lugar, junto al mar, el trabajo horadando la montaña y su singularidad hacen que pueda convertirse en un verdadero lugar de atracción como punto de interés y lugar de estudio de arqueología industrial.

Habrá un concurso de ideas, pero cuando la visité ya se nos ocurrió algo que podría ser interesante: tras limpiarlo bien, más bien desempolvarlo (labor esta nada fácil) se podría crear un circuito para recorrer en vagones descubiertos que fueran parando en las estancias más grandes donde se podría contar la historia del Alicante contemporáneo por medio de vídeo mapping con proyección en las bóvedas. La sonorización sería espectacular y el viaje agradable para toda la familia.

Sé que se han realizado magníficos proyectos para este lugar, pero muy ambiciosos y difíciles de financiar, por eso esta propuesta variaría muy poco lo que hoy hay y lo haría factible en un corto plazo. Además eso de ir con casco y con luz de minero en una vagoneta puede ser interesante y atractivo para el visitante. Igual que nos ponemos cascos vikingos y vamos en ese barco-bus por Copenhague.

La historia de Alicante modernista y pre e industrial es muy interesante y bastante olvidada, el XIX y principios del XX fueron momentos de intensa actividad económica y política en nuestra ciudad. Alicante fue la primera ciudad en muchos manifiestos a favor de las libertades. En Alicante se crearon movimientos liberales que se extendieron y fueron sofocados a sangre y fuego en la misma ciudad. El puerto configuró un espacio de llegada de ideas que impregnó a todos.

El emplazamiento de La Británica hace que el proyecto de catarata en la Cantera, el balneario en el tiro de pichón y esa idea de unir playa o la Marina con el castillo con un teleférico pudieran configurar un espacio muy atractivo turísticamente y un entorno de generación de empleo y riqueza para todos. Alicante debe quitarse complejos y ser capital de una vez. ¡A por La Británica!