Sé, y a las pruebas me remito, que el ala más retrógrada de la sociedad está en pie de guerra. El PP nunca soportó, ni soportará, que la ciudadanía que menos tiene tenga los mismos derechos y las mismas oportunidades que esa ciudadanía que lo tiene todo y, si hace falta, lo paga todo. Eso, a los socialistas, no nos lo perdonarán. Pero, sigan en esa línea porque a las personas socialistas nos refuerza en la idea de seguir trabajando por la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad.

Hoy, cuando estamos dejando atrás los 20 años de sufrimiento político, social y económico de nuestra Comunidad, hay quien, por desgracia, no se sonroja lo más mínimo a la hora de exigir, agarrando banderas que siempre despreciaron, la aplicación de todo lo prometido por el Partido Socialista para devolver la dignidad a nuestra sanidad. Calma, señorías, que el tiempo todo lo cura y sus más de 20 años de acoso y derribo a la Sanidad Pública no serán una excepción.

Tras veinte años humillando a profesionales y eligiendo sin concurso ni méritos a responsables de la Sanidad Pública valenciana, tras veinte años recortando en asistencia y prestaciones a los más débiles, los verdugos de la Sanidad Pública valenciana ponen el grito en el cielo en su defensa. Por suerte, algunos y algunas profesionales no estamos dispuestos a guardar silencio. Son bienvenidos en la defensa de la Sanidad Pública pero tengan en cuenta que tendrán que enfrentarse, una y otra vez, a sus fantasmas del pasado. Esos fantasmas que se dedicaron a jugar con la salud y el bienestar de la ciudadanía valenciana y, por tanto, si quieren hoy defender nuestro sistema público de salud tendrán que ser capaces de asumir las responsabilidades que les corresponden.

Ustedes, que se atrevieron a exigir mayores sacrificios a los dependientes bajándoles el grado a su antojo, viajaban mientras en coches de Fórmula Uno. Ustedes, que se atrevieron a exigir mayores sacrificios a los pensionistas con su copago farmacéutico se dedicaron a enterrar dinero público en aeropuertos inútiles sin aviones. Ustedes, que se atrevieron a privatizar la gestión de los hospitales valencianos para que ya no contaran tanto los criterios sociales sino los económicos no pueden, ahora, pretender dar lecciones de decencia y de moral.

Ustedes, señorías del Partido Popular, que se dedicaron a jugar con la ciudadanía con el negocio de las resonancias magnéticas deberían, por lo menos, guardar silencio una larga temporada.

Llevamos veinte años viendo cómo día a día se deterioraba la Sanidad Pública valenciana hasta el punto de que, hoy, tenemos que cerrar algunas plantas de los hospitales para renovarlas por completo. Veinte años donde la renovación tecnológica no ha llegado a nuestra sanidad. Por suerte, el compromiso por la Sanidad Pública de nuestra consellera, Carmen Montón, y del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, no se queda en mera palabrería sino en el incremento real del presupuesto para esta tarea.

Nos queda mucho por andar, mucho por reconstruir, pero con la ayuda de tantos y tantas profesionales de la Sanidad Pública, y con el soporte y apoyo del gobierno valenciano, como no había sucedido en los últimos 20 años, seremos capaces, de forma conjunta y solidaria, de reflotar este barco del que depende la salud de millones de valencianos y valencianas.

La enfermería, junto con el resto de profesionales del sector, jugará, como siempre, un papel fundamental en la Sanidad Pública valenciana y siempre tendrá el respaldo de los responsables políticos y sanitarios que les representan.