El pasado domingo 26 de junio el Partido Popular obtuvo unos extraordinarios resultados en la ciudad de Elche: 45.513 ilicitanos depositaron su confianza y su esperanza en este proyecto. El PP fue la fuerza más votada en, prácticamente, todos los distritos de la ciudad experimentando un considerable incremento del voto tanto en cifras totales (más de 5.000 votos con respecto a diciembre) como en porcentuales (del 32% en diciembre al 37,2% de ahora) aun habiendo descendido la participación en casi tres puntos.

Los resultados sólo nos pueden mover a un profundo y sincero agradecimiento. Un agradecimiento que se seguirá transformando en responsabilidad ejercida, en compromiso decidido y en una ilusión sin límites por seguir sirviendo a la sociedad ilicitana con toda nuestra implicación y voluntad.

Pero estos resultados nunca pueden ser motivo de autocomplacencia sino de estímulo para seguir trabajando desde el ejercicio de una oposición firme pero constructiva, activa pero integradora, constante pero colaboradora.

El Partido Popular no es un fin en sí mismo. Entender que un partido político es un fin y objetivo por sí mismo es un error moral inasumible. El PP es un instrumento (el mejor, desde mi punto de vista) para servir a Elche y a España; es un medio para hacer una sociedad mejor, para promover igualdad, oportunidades y justicia social para todos; un medio para generar estabilidad, certidumbre y optimismo; un instrumento para promover unas condiciones mejores de vida para todos sin excepción.

En política no puede existir otro objetivo que el bien común. No puede buscarse otro fin que el servicio. Un partido político y quienes lo integran no pueden ponerse como meta el poder por encima de cualquier cosa porque el poder, sin la búsqueda del bien, sin el ejercicio del servicio, sin entrega y generosidad, se convierte en un peligroso fin que devalúa y embrutece la acción y la vida política. Y de lo que no debe ser la política ya tenemos ejemplos.

El domingo 26 de junio el PP volvió a convertirse en el partido mayoritario de esta ciudad. Hemos planteado una campaña intensa, próxima, sencilla y cercana. Hemos recorrido todos los barrios y pedanías de la ciudad; hemos pisado la calle, hemos hablado, debatido y contrastado puntos de vista con todo aquél que ha querido hacerlo. Hemos trabajado sin descanso explicando por qué el PP era y es un buen proyecto.

El objetivo primordial de esta campaña ha sido generar ilusión y esperanza puesto que la ilusión por un proyecto político hace que tanto quienes lo integran como los votantes se movilicen, se esperancen y se motiven. Generar ilusión y esperanza debe ser un deber en todo aquél que ejerce la política. Y la generación de esa ilusión y esa esperanza ni puede ni tiene por qué ser patrimonio de ninguna opción política sino de las personas que integran esas opciones.

¡Sí! lo digo convencido y consciente de lo que afirmo: la clave del éxito del Partido Popular de las pasadas elecciones radica en la generación de ilusión y de esperanza. Y creo que la mayor parte de nuestros votantes acudieron a las urnas convencidos de que esa papeleta refrendaba al mejor proyecto para todos. Pero la mayoría de nuestros votantes y también la mayoría de los votantes que optaron por otros proyectos nos han dicho, nos piden algo de forma clara: consenso, moderación, acuerdos y unidad. Consenso para sacar adelante todo aquello que sea bueno para los españoles, reformando, entre todos, lo que haya que reformar y mejorar. Moderación para demostrar que es mucho más lo que une que lo que nos separa (la vida misma es un proceso de moderación personal en todo). Acuerdos para trasladar a los españoles que la política no puede consistir en trazar líneas rojas, en separar buenos/ malos; rojos/azules o en bloquear opciones legítimas. Unidad para comprender el presente y mirar al futuro con optimismo; para hacer de este país una casa común de respeto y oportunidades para todos los españoles.

Vamos a hacer que este trabajo no quede en una campaña. Estamos empeñados en conseguir que todo ese esfuerzo continúe para así estar en disposición de volver al Gobierno de la ciudad en 2019. Queremos contar con todos: sumando y nunca restando; construyendo y no destruyendo; aportando y nunca prescindiendo.

Buscando acuerdos, consensos y unidad estamos en disposición de reeditar el proceso histórico del que más orgullosos nos sentimos: la Transición. No podemos perder la oportunidad de entender las circunstancias políticas resultantes de las elecciones como una ocasión sin precedentes. El PP está dispuesto a intentarlo. Es la inmensa mayoría de los ilicitanos, de los españoles quien nos lo pide. Está en nuestras manos, las de todos los que ejercemos la vida política, trazar caminos de concordia y de esperanza para construir un futuro mejor para nuestra sociedad; para construir un Elche más capaz, dinámico y seguro de su potencial y su riqueza humana; para construir, entre todos, una España de todos, una España mejor.