Ya no hay excusa, desde que la obra fotográfica de Bernd y Hilla Becher ganó el premio de escultura en la Bienal de Venecia, en 1990, la fotografía definitivamente superó la limitación de ser documento de la realidad y asumió la complejidad, la consideración, de una creación artística, con la misma libertad de registros y la exigencia de manifestaciones como la escultura, la pintura, la instalación... En 1976, Bernd es llamado para ser profesor de fotografía en la Kunstakademie de Dusseldorf, donde solo se hablaba de pintura. Hoy la fotografía es valorada y juzgada con el mismo análisis al que se somete una obra pictórica.
Vivimos momentos de auge de la fotografía, escuelas, cursos, certámenes, también en Alicante, dan cobertura a todo el que tenga inquietud y una cámara fotográfica. PhotoEspaña ha contribuido a difundir el conocimiento de la fotografía, su evolución plástica y conceptual desde sus inicios hasta el momento actual. Y si grandes fotógrafos, como Sebastián Salgado, nos han construido un imaginario a base de instantáneas captadas de la realidad, la esencia del reportaje, una escuela sin un análisis conceptual de la imagen. Artistas como los Becher constataron la gran diferencia que existe entre el imaginario que nos ha dejado el arte de la pintura, el dibujo, incluso la escultura, y la imagen que resulta de la idea de la instantaneidad de la fotografía. En su búsqueda del arte, desde sus propios recursos, desde la captación de la luz, las formas exteriores..., pero también desde la conceptualización del objeto, del paisaje, de la arquitectura, estudian la interrelación de los elementos que componen una imagen, elementos simbólicos, conceptuales, físicos..., capaces de crear una visión plástica y de provocar en el espectador diferentes niveles de interpretación, de conocimiento. De manera que el público pueda participar activamente en el porqué de la obra, en su concepción, y esto es lo que la hace tan atractiva. Mientras la fotografía convencional está muy condicionada por la captación de la instantánea, en la fotografía de los Becher, Ruff, Struth, Gursky..., el tiempo de creación de la obra es más dilatado, es un ejercicio de matización, de incorporación de elementos, por el que el fotógrafo ha cultivado su ojo en la pintura.
De la muestra que el Club Fotográfico Alicante exhibe en la Lonja del Pescado, en tan corto texto, no se puede hacer un análisis pormenorizado. Pero sirva esta reflexión previa para destacar una sensación general en la que no distinguimos unos criterios de selección o de lectura de la fotografía, por lo que difícilmente puede interesar a un público que busque en la fotografía el análisis de los lenguajes artísticos contemporáneos. No juzgo la calidad técnica de estas fotografías, muchas de ellas de gran nivel profesional.
