Como familiar de agentes policiales municipales, reconozco que me sorprendieron gratamente las declaraciones del nuevo intendente jefe de la Policía Local de Elche, César Zaragoza, en la entrevista publicada en INFORMACIÓN el pasado domingo. Y me sorprendieron positivamente porque al fin un jefe de la Policía Local se sincera, se atreve, se confiesa públicamente reconociendo defectos, limitaciones, carencias, errores, dificultades, precariedades y necesidades del cuerpo en un ejercicio de autocrítica que ya venía haciendo falta.

No digo que los anteriores jefes no intentaran mejorar la situación al acceder al cargo pero acabaron su mandato un tanto relajados, acomodados, incluso «quemados» y dejando sin culminar muchas cosas.

Y a este nuevo intendente se le ve muy decidido al cambio, proactivo y para nada «muelle», lo cual es necesario y positivo. Asimismo, Zaragoza se nos presenta en dicha entrevista muy claro y reivindicativo, autocrítico pero a la vez progresista y renovador-reformista, evolucionista; buscando la modernización y actualización del cuerpo frente al conservadurismo e inmovilismo quizás, de algún que otro antecesor en el cargo.

Enhorabuena. Por fin tenemos un intendente jefe que habla sin reservas o reparos y sin temores, que se expresa sin cortapisas y sin tapujos, que coge el toro por los cuernos con valentía pero sin utópicas fantasiosas ilusiones, muy realista y con los pies en la tierra. Con pequeños pero realizables objetivos cotidianos, cada día, paso a paso, y poco a poco, frente a planes ambiciosos a largo plazo que acaban diluyéndose en el tiempo sin aplicarse, sin culminar o ejecutándose parcialmente.

Estoy de acuerdo con todo lo que manifestó en la entrevista y con lo que quiere hacer en el cuerpo. Estoy a favor de aquello que ya ha puesto en marcha y con lo que está realizando en el seno de la Policía Local. Soy partidario de todo lo que piensa acometer y que irá aplicando si las autoridades y/o administraciones públicas se lo permiten, que aquí topamos con un hueso duro de roer, hablando de restricciones y recortes presupuestarios.

Como él, yo también quiero una Policía Local más efectiva y proactiva, menos reactiva, menos reaccionaria y más preventiva. Como Zaragoza, yo, igualmente, deseo una Policía Local más social, más cívica y comunitaria, más empatizante socialmente y con todos sus recursos o medios actualizados con integral y plena o total dotación, y, lógicamente, con unos mandos más integrados y socializados con la ciudadanía como en una perfecta simbiosis. En ello coincidimos.

Y ya que Zaragoza habló de empatizar y cooperar con el tejido social, con asociaciones y colectivos ciudadanos; desde mi entidad, nos ponemos a su disposición para lo que estime oportuno. Tiene nuestro voto de confianza y nuestro apoyo. Suerte y éxito.