Hace un par de años asistí con provecho a un Taller de Dramaturgia impartido por Carol López durante la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos. La quincena de alumnos disfrutamos mucho de aquel fin de semana en Las Cigarreras. Hubo entusiasmo. Hubo empatía. Y en una de las pausas, no perdí la oportunidad para hablar con Carol acerca de la adaptación que en aquellos momentos estaba realizando TVE de su obra Boulevard, que ya había tenido ocasión de ver un par de años antes en los escenarios. Ella se mostró realmente entusiasmada con el proyecto. Y me contó detalles muy motivadores. Pero los meses pasaban, y nada más se supo de aquel Estudio 1. Debieron introducirlo al fondo de una nevera muy grande, por lo que han tardado en descongelarlo.
De súbito, lo vimos programado para este fin de semana. No un domingo cualquiera: en pleno 26-J. Y por supuesto que no a una hora cómoda: en la madrugada. Esa es la forma que tuvo la televisión pública de presentar el último de los Estudio 1 que se dignó grabar. Este es el modo en que la televisión pública ha mimado un producto fabricado a la manera artesanal. ¿Qué queda de la pasión, la entrega y el cariño de todos aquellos que colaboraron en él, desde el primer actor hasta el último de los técnicos, el músico Juan Bardem, la escenógrafa Blanca Nieto y la figurinista Mónica Guerrero?
Menudo disparate que el estreno se produjese en plena madrugada del 26-J al 27-J. No es serio, por donde se mire. Ni tiene ninguna lógica. Pero esta actitud dice mucho de los responsables de la televisión pública. Vaya forma de cerrar una etapa de nada menos que 41 años de teatro en TVE. Estudio 1 nació en 1965. Murió en la clandestinidad una madrugada electoral.
