Responder a esta pregunta no es breve, pero sí es fácil; nos une la preocupación por los intereses empresariales; la preocupación por la marginación inversora que sigue sufriendo la provincia de Alicante, tanto desde Madrid, como desde Valencia; nos preocupa el desgaste en el que ha caído la figura del empresariado; nos une el rechazo al plan de colonización que pretende Cierval contra la representatividad empresarial de la provincia de Alicante; nos une el convencimiento de que se puede trabajar en un modelo distinto, de acabar con el servilismo político, de las organizaciones empresariales.

Tenemos preocupaciones comunes entre nosotros, pero también conjunta al resto de ciudadanos: nos preocupa la baja calidad de los empleos; la dificultad de sostener los actuales; nos preocupa la pérdida de las rentas de los trabajadores; su escaso empuje en la demanda interna; y gestación de una nueva clase social de asalariado pobre, aquel que tiene un empleo pero que no llega a fin de mes.

Coincidimos plenamente en que ésta es una provincia de pymes que necesita una representación empresarial unida, fuerte e independiente, que por sus venas no corra el dinero público de las subvenciones y que la prioridad sean los empresarios y sus intereses. Coincidimos en la absoluta necesidad de reclamar políticas activas de dinamización de la economía y de creación de empleo, que incentiven el consumo interno y que perdamos el miedo a consumir. Nos une la preocupación por rescatar los puestos de trabajo perdidos y la generación de emigrantes que hemos visto cómo han tenido que dejar España y que corren el riesgo de ser olvidados por todos. Nos preocupa la falta de un sistema de fiscalidad justo, que no sea proporcional a los beneficios ni a los volúmenes de negocio, que sea castrante en los proyectos empresariales, sin ser eficiente en el sostenimiento de los servicios básicos del Estado.

Nos enfada mucho que se estén poniendo en riesgo las pensiones en este país y que nadie sea capaz de poner el dedo en la llaga para comenzar a tomar medidas, corriendo el riesgo de crear la base de la desestabilización que puede llevar a la economía española a horizontes inexplorados bajo el populismo rampante.

Estamos seguros de que la provincia de Alicante, siendo una de las más importantes en aportación al PIB, merece un trato distinto del que se le aplica. Queremos que se cuente con los empresarios para la creación de iniciativas como la Agencia Valenciana de la Innovación, en la que no se ha recabado la participación empresarial. Podemos atraer proyectos de inversión que se conviertan en tractores de nuestra economía si nos permiten participar activamente en las políticas locales, regionales y autonómicas, cosa que hasta ahora no pasa. Nos une el abandono que los políticos hacen de la clase empresarial, como si todo se pudiese soportar con empleo público.

Finalmente, nos une el riesgo que sufrimos permanentemente, el esfuerzo sin medida, el sacrificio personal y familiar que todas las empresas tenemos que hacer para mantener el día a día de la economía y de los puestos de empleo, para que toda la sociedad siga en marcha.

Y por supuesto vamos a aprovechar todo lo que nos une para crear la patronal que la provincia de Alicante necesita. Sin exclusiones, sin recelos ni rencores, con la fortaleza que imprime esta provincia y con la libertad que la independencia económica nos proporciona. ¿Les parece poco todo lo que nos une?