E l domingo sucedió algo histórico. Dentro de poco más de 40 días, el rugby volverá a los JJOO, y España peleará por una (de momento...) medalla, somos campeones del torneo de Mónaco. Se dice pronto... ¡Pero cuánto ha costado! Un país en el que probablemente más de la mitad de la gente confunda Rugby con fútbol americano ha sido capaz de clasificar a su selección masculina (de momento...) para el mayor evento deportivo mundial. La duda es inmediata: ¿Cómo es posible?

Veo 2 explicaciones posibles: O el país tiene algo especial (diferente dicen algunos), o es el deporte. Y para mi, la respuesta es una combinación de las dos cosas. Del país no hablaré, si llevo 19 años viviendo aquí, será por algo... Del deporte, tuve la oportunidad de hablar aquí hace un par de años. Pero quiero ahora insistir un poco más y dar públicamente las gracias a @spain7s. Explicar que TODOS los que han participado han hecho sacrificios enormes - tiempo, dinero, vida personal, familiar y profesional - , dejando siempre el pabellón del rugby y de España muy alto (en Fiji durante el ciclón Winston, sólo fue la guinda en el pastel).

Se me contestará que lo que acabo de decir se puede aplicar a muchos deportes «minoritarios», pero insisto, creo que no hay otro deporte, en el que te confundan, con otro mucho más famoso... y el nivel de sacrificio está muy bien ilustrado por Pablo Feijóo llorando de emoción después de la final con la cabeza vendada (worldrugby.org). «Ni somos los más altos, ni somos los más fuertes... pero jugamos como un equipo...». Mención especial a Javier Carrión, que dentro del equipo representa al @crlavila y a la Provincia de Alicante. Un detalle: el fin de semana que viene, en Dublín, las @leonasrugby van a emular a sus compañeros... Y yo no me lo voy a perder. Una vez más, a todos los que han hecho esto posible: GRACIAS.