¡Se me ha caído un mito!. La verdad es que, después de tantos años siguiendo la misma filosofía -¡no sé si la verdadera!-, se me ha caído un mito y, lo reconozco abiertamente, ¡con todo el dolor de mi corazón!. ¡Mira que lo siento, pero no puedo con la vida!. ¡Mátame camión! (¿será una expresión demasiado juvenil para que la utilice un tío tan mayor como yo?).

¡Vamos a ver, por qué se me ha caído un mito!. Dice «el coletas» que su propuesta para el 26-J es socialdemócrata. ¡Vale, acepto pulpo como animal de compañía!. Y lo acepto porque en esto de la política -¡ya se sabe que para gustos los colores!- cada uno arrima el ascua a su sardina y se hacen extraños compañeros de viaje o cama. Es como lo que decía Groucho Marx: ¡estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros!. ¿Tendrá algo que ver con la «teoría del autoengaño» de la que hablan los psicólogos?.

Acudo, como otras veces, al diccionario de la RAE y leo: «La socialdemocracia es una ideología política que procura el estado del bienestar universal y la negociación colectiva dentro del marco de una economía capitalista». Creo que es una definición muy simple, de andar por casa, pero puede valerme porque, al fin y al cabo, no soy muy exigente y me conformo con poco.

Sigo buscando y encuentro que el Partido Social Demócrata, aunque se presentó a las elecciones en toda España, tenía su ámbito principal en la Comunidad Valenciana, donde arrancó, el 10 de abril de 2005, con el nombre de Unión Social Demócrata y consiguió unos resultados testimoniales. Se definía como «progresista, moderado, liberal en lo social, socialdemócrata en lo político y en lo económico, centrándose en el servicio al ciudadano, laico y federal». ¡Chúpate esa varonesa!.

Resulta que, en Valencia, el Partido Social Demócrata estaba impulsado por un conseller del «molt honorable» Joan Lerma, ese que dijo que la C.V. iba desde Vinaroz hasta Guardamar, ninguneando al resto de la Vega Baja. Hablo del «enchironado, por trincón», Rafael Blasco, que también defendió las políticas de Eduardo Zaplana y Francisco Camps. ¡Ahora entiendo lo del gobierno a la valenciana!. De todas formas, la reaparición de los socialdemócratas en el panorama político español -porque ya existían- se remonta -no quisiera equivocarme- a 1976, con Paco Fernández Ordoñez y Rafael Arias Salgado, que se integraron en la UCD de Adolfo Suárez, con quien tuvieron cartera ministerial.

Me quedo «to» loco -¡mas todavía!- cuando leo que «el PSPV-PSOE -el de Joaquín Puig- ha acusado al PSD de constituir una segunda marca del Partido Popular». Quiere esto decir que el PSPV-PSOE considera que el PP es lo mismo que Podemos?. ¡Me he «quedao» -ideológicamente hablando- más tirao que una colilla en la Calle Mayor de Orihuela, entre María Magdalena y Allphone, y más descolocao que la compresa de una octogenaria!.

¿Por qué digo esto?; ¡pues porque Pablo Iglesias dice que Podemos es socialdemócrata!. ¿Significa esto que la dictadura bolivariana de Venezuela, impulsada por el golpista Chaves y mantenida por el camionero Maduro, es socialdemócrata?. ¡La madre que me parió!. ¡Ahora entiendo por qué Maduro no permitió que Felipe González viera, pese a ser su abogado, al opositor Leopoldo López!. Ya se sabe que «polos iguales se repelen» y recordemos que González es uno de los socialdemócratas españoles más reputados, aunque, para algunos, el mejor presidente de la democracia es Zapatero, ese que nos llevó al agujero negro en el que nos encontramos.

¡Sí, se me ha caído un mito: la socialdemocracia!. Y se me ha caído porque Pablito Iglesias parece que pretende hacerse con el hueco que han dejado, entre otros, el inglés Tony Blair, los mencionados Felipe González, Fernández Ordoñez y Rodríguez Zapatero -con quien si se reúne Maduro-, el alemán Willy Brand, el sueco Olof Palme y -¡no me jodas, Manolo!-, el sudafricano Nelson Mandela. ¡Se me han caído los palos del sombrajo y hasta «valoro» la posibilidad de ingresar en un convento para replantearme muchas cosas, incluso en el plano personal!.

¿Pablo Iglesias socialdemócrata?. ¡Vamos a ver!. ¡Si el tío quería «fiscalizar/controlar» los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, los medios de comunicación y el Ejército -como un golpista más- siempre que, «invitado» por Pedro Sánchez, hubiera llegado al Gobierno!. Pablo, ¿has dicho social?qué?. Dice la RAE que la socialdemocracia es «un movimiento político que propugna un socialismo de-mo-crá-ti-co y re-for-mis-ta», además de «una ideología de los partidos socialistas mo-de-ra-dos que postula- el reformismo dentro de una democracia li-be-ral y parlamentaria». ¡Uf, nada que ver con lo que decía «el coletas» hace unos meses, cuando lideraba a los cabreaos/indignaos del 15-M!.

Pero, por si faltaba alguien por sumarse a la fiesta. arrogándose su condición de socialdemócrata, Pedro Sánchez, el que no quiere «sorpasso» y va a tener sorpresa, «reivindica la socialdemocracia frente a Podemos y al PP». Lo dicho, como cantaban los cartageneros Azul y Negro, «me estoy volviendo loco». ¿Queréis otra, para que nadie se pierda el baile y no le pillen con el paso cambiao?. Ayer leí: «Ciudadanos de Rivera, ¿liberales o socialdemócratas?. ¿Sabéis qué?; ¡en Orihuela, el socialdemócrata más conocido y reputado fue Paco García Ortuño!. ¡A que me voy al Rincón de Capi´s a comer y no voto!.